Tim Cook no dejó de alabar al primer móvil que elimina el conector para auriculares. Es resistente al agua, amplía su capacidad de almacenamiento, incorpora dos objetivos en su cámara y aumenta la duración de la batería.
La puesta en escena y, sobre todo, el carisma de Steve Jobs convirtieron a la keynote de Apple en el evento sobre tecnología más esperado del año. Pero Tim Cook, el patrón de la compañía desde hace cinco años, ha conseguido mantener el interés, a pesar de que las novedades de los últimos años no han sido tan radicales como se esperaba. Hasta este año, al menos en lo que respecta a una evolución (y revolución) que acaba de comenzar: el fin de los cables.
Apple se ha propuesto empezar por algo simple, así que el iPhone 7 no lleva conector jack. Para escuchar música será necesario utilizar un adaptador para poder enchufar unos auriculares de los antiguos al puerto que utilizamos para cargar el móvil. Para los más modernos ha presentado los AirPods, unos auriculares inalámbricos que derrochan tecnología: infrarrojos para detectar si el usuario los lleva puestos o se los quita, un micrófono incorporado que regula el sonido ambiente para facilitar la escucha durante las llamadas, autonomía de cinco horas y una caja para guardarlos que los recarga y que, al abrirla, se conecta automáticamente con el teléfono para que el usuario confirme si los quiere utilizar o no. Costarán 179 euros.
Pero lo importante es el teléfono. El iPhone 7, que llega resistente al agua y al polvo, mantiene la cámara de 12 megapíxeles, pero mejora su rendimiento e incorpora dos objetivos para que las fotografías ganen calidad gracias a la mayor profundidad de campo que permitirán. Un apunte para los profesionales: se podrán hacer fotos en formato RAW. Y para los amantes del selfi está la cámara frontal de 7 megapíxeles, aunque sin grandes novedades.
El iPhone 7 incorpora un procesador A10 Fusion 64-bit, 3GB de memoria RAM (en la versión Plus) y la nueva versión del sistema operativo de Apple, iOS10. El procesador, según explicó Tim Cook, es un Quad Core dividido: dos núcleos se encargarán de las tareas más complejas y dos para las más sencillas, aunque con mayor eficiencia. Esta importante modificación hace del procesador del iPhone 7 un 40% más rápido que en el iPhone 6 y el doble que en el iPhone 5.
La batería del iPhone 7 durará 2 horas más que en el iPhone 6, aunque en el caso del iPhone 7 Plus esa mayor será de una hora. La ganancia llega en la memoria de almacenamiento: el mínimo será 32GB.
Por último, el dinero. El iPhone 7 de 32GB costará 769 euros, el de 128GB costará 879 euros y el de 256GB llegará a los 989 euros. Para el iPhone 7 Plus los precios serán 909 euros (32GB), 1.019 euros (128 GB) y 1.129 euros (256GB). La preventa comienza el 9 de septiembre. A España llegará el 16 de septiembre, tres días después del lanzamiento de la actualización a iOS10.
Apple Watch 2 y Super Mario
La keynote dio para más: pudimos conocer el nuevo Apple Watch, que también será resistente al agua para que puedan utilizarlo los nadadores. Ahora incorpora su propio GPS y mejora los gráficos gracias a una pantalla con mayor resolución (además reducirá los reflejos para que su uso a plena luz del día sea más cómodo). Llega con una alianza con Nike para los runners y la promesa de incorporar Pokémon GO en pocas semanas.
Su precio comenzará en 439 euros. El modelo anterior rebajará su precio hasta los 269 dólares y además incorporará un nuevo procesador. Sale a la venta el día 16 de septiembre, aunque para la versión que lanzarán con Nike habrá que esperar hasta finales de octubre.
La sorpresa de la noche, al margen de los dispositivos, la puso Super Mario. Si hace poco se convirtió en el protagonista de la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Río, la keynote logró convertirlo en trending topic en redes sociales: Mario llega al iPhone con Super Mario Run. No hay muchos detalles, pero huele a algo parecido a Pokémon GO. Servirá para reforzar su tienda de aplicaciones, donde ya han superado los 140.000 millones de descargas.
Las acciones de Apple crecieron un 0,6% tras la presentación. Las de Nintendo, un 25%. La manzana sigue en forma.