Porque este cambio de trabajo o la evolución en el puesto actual en la empresa que estamos trabajando, es el inicio de lo que conformará el desarrollo personal de todo joven profesional. Forma parte de su particular “escalera de la vida” y debe prestársele atención a este momento para que les pueda ir bien.
Cuando las personas han acudido a una oferta de trabajo, siempre surge cierto temor, que por más que quiera ocultarse (aunque sea con buena intención), ante un experimentado seleccionador o un jefe que será su próximo responsable inmediato, no es posible escapar a que las emociones nos traicionen y mostremos cierto nerviosismo, dudas e incluso, incapacidad para salir bien evaluados de la entrevista.
A todos/as los jóvenes que nos dirigimos deben prestar mucha atención a las preguntas que a continuación deberían formularse y saber qué preguntas pueden hacer a su entrevistador de la nueva empresa a la que se postulan.
1º) Conocimientos y seguridad
¿De las temáticas que he estudiado en el master o curso de postgrado, cuáles son con las que me siento más cómodo? También como derivación de esta pregunta: ¿la comodidad se debe a que he comprendido bien los contenidos curriculares de la materia (marketing, liderazgo, RRHH, etc.) o porque realmente me gustan?
2º) Sueldo aceptado o exigido
¿Estoy en condiciones de exigir un sueldo razonable en función de la poca experiencia que tengo, o debo adaptarme a lo que me ofrecen? También como continuación de esta pregunta: ¿tengo claro cuáles serán mis tareas y responsabilidades?
3º) Capacidad de ejercicio profesional
¿Me siento capacitado/a para ejercer la nueva función que se me ofrece en la cual voy a tener dos personas a mi cargo cuando jamás he tenido este tipo de responsabilidad? Como continuación de esta: ¿debo manifestar mi inexperiencia práctica desde el inicio o tratar de disimularla dando órdenes y explicando tareas?
4º) Por qué acepto el puesto
¿Estoy preparado/a para responder a la pregunta de por qué creo que estoy en condiciones de aceptar el nuevo puesto de trabajo en la empresa en la que ya llevo un año, o en una nueva organización en la cual pretendo ingresar? En la segunda de las situaciones, es seguro que me preguntarán ¿por qué quiere trabajar con nosotros? ¿Tengo claro lo que les voy a contestar? ¿Puede comprometerme la respuesta a punto tal de perder la oportunidad?
5º) Ámbito laboral
¿Tengo perfectamente claro el ámbito de trabajo que me exige el nuevo puesto? ¿O en caso de la nueva empresa, cuáles son los datos básicos sobre la compañía (sector, competidores, proyectos, etc.), de manera tal que podré dar muestras claras de mi capacidad de adaptación a mi nueva función además de demostrar mi interés por el puesto?
6º) Formación académica
¿Estoy preparado/a para que me formulen preguntas académicas referidas a mi licenciatura en empresariales o en el caso de otra carrera, como por ejemplo un ingeniería en sistemas, y cómo creo que puedo adecuar mis conocimientos a las exigencias del puesto, que requieren un proceso de rápida capacitación y adaptación? Como consecuencia inevitable de esta pregunta, surgirá la de si estoy cursando o he cursado un master o algún tipo de postgrado.
7º) Descartar la negatividad
¿Estoy preparado/a para responder de manera positiva a las preguntas y nunca anteponer reflexiones negativas ni empezar por palabras que impliquen dudas, tales como tal vez, no estoy seguro, etc.
8º) ¿Soy convincente?
¿Estoy persuadido/a de que voy a convencer al que será mi jefe inmediato superior, sea en la empresa actual o al nuevo mando intermedio que tenga que supervisarme en la nueva, de transmitir la imagen de que estoy buscando una oportunidad especial en mi carrera profesional, pero con la matización de que quiero formar parte de un equipo y contribuir al éxito del mismo?
9º) Adaptabilidad y compromiso
¿Estoy convenciendo a mis jefes de mi capacidad y adaptabilidad para trabajar en equipo de manera eficaz? También derivada de ésta: ¿soy capaz con mi actitud y comentarios de demostrar que soy una persona que asume compromisos con la organización?
10º) Primero los defectos después las virtudes
En caso de que me pregunten si estoy seguro/a de cuáles son mis virtudes y también los defectos que creo tener, ¿hago bien en mencionarlos sin tapujos o debo aplicar algún tipo de filtro? Cuidado en este punto, que de la respuesta que se da, se derivan conclusiones de parte de los seleccionadores que automáticamente pueden descartarte para el puesto, tales como si te consideras una persona con capacidad de trabajo, de aprendizaje y con una alta motivación. De ahí que en cuanto a referirse a los defectos, debes mencionar aquellos que afecten en menor medida al desempeño de la nueva función, caso de si una persona no es demasiado ordenada y se supone que tiene que ejercer de responsable administrativo.
Pero debes de tener en cuenta una cosa: sobre la marcha, cuando ya has empezado a realizar tus tareas en la nueva función, lo planifiques o no, la realidad de tu personalidad, el “yo” auténtico siempre aflorarán tarde o temprano. Por eso, es conveniente ser más exigente con los defectos y prudente con las virtudes, porque finalmente quedarán puestas en evidencia.
11º) ¿Realmente cuento con alguna especialidad?
¿Estoy preparado/a para que me pregunten sobre mis conocimientos adquiridos en la carrera o la especialidad que he realizado en el master o en el postgrado en cuanto a la relación que aquellos tengan con mi puesto de trabajo? En cuanto a los conocimientos derivados de la carrera que has estudiado, es importante realizar un balance positivo y enfocar las respuestas a posibles preguntas al respecto, de manera que se resalten los conocimientos y competencias más acordes con el puesto al que se opta.
Afirmando cosas tales como “me parece que este puesto está justamente diseñado para mí, teniendo en cuenta que voy a hacer la capacitación y entrenamiento lo más rápido que pueda”. Pero “ojo”: sin pasarse, sin actuar con petulancia. Desde la sencillez y con humildad, pero señalando que justamente, por ejemplo el módulo de marketing del master es el que mejor se le daba y es una oportunidad para ponerlo en práctica y adquirir nuevos conocimientos en esta actual transformación digital que están llevando a cabo todas las empresas.
12º) ¿Soy o no el candidato/a?
¿Estoy capacitado/a para responder a la pregunta frecuente de por qué debería contratarte a ti y no a otro/a candidato? En la medida que se dude y no se demuestre que tenemos capacidad (que nos sentimos preparados) para ejercer el trabajo y responsabilidad que se me está ofreciendo, la situación puede decantarse a favor de otro/a candidata, que aún con menos condiciones técnicas, demuestre mejor capacidad de adaptación a las nuevas exigencias del puesto.
Cambiamos de formularnos preguntas a formularlas
A continuación algunas preguntas que el candidato/a puede formular a sus entrevistadores, o en el caso de la promoción en su empresa actual, tanto a su jefe inmediato como al director de departamento o según la estructura organizativa, al propio director general.
1º) Nuevo puesto o sustitución de una vacante
Cuando estás intentando ingresar a una nueva empresa, podrías formular a tus seleccionadores la siguiente pregunta: ¿este proceso de selección es para cubrir un puesto de nueva creación o para sustituir a alguien?
Esta pregunta es muy potente y tiene un doble valor: por un lado, según la respuesta del entrevistador, nos dirá si la función que vas a ejercer ya tiene un histórico de grandes cambios (rotaciones); en caso de que la persona que antes trabajaba ahí haya sido promocionada a otro puesto, también estarás vislumbrando la posibilidad que la nueva función te ofrece en cuanto al desarrollo y promoción futura.
Es evidente que una empresa que está en un sector de grandes cambios, caso de las que compiten en las NT’s, los movimientos naturales por crecimiento y necesidades del mercado presentarán un panorama mucho más favorable que aquellas otras organizaciones que pertenecen a sectores que no han experimentado grandes cambios, aunque la propia evolución de los mercados las obligue a una reestructuración y adecuación al cambio, lo que entonces también abrirá un horizonte de posibilidades para tu nueva función.
Hay que tener en cuenta que cuando se aspira a un cargo en una nueva empresa (porque si es una evolución en la actual ya se conocen los por qué) se supone que es el entrevistado el receptor/a de las preguntas y no en sentido inverso. Por tanto, es del todo conveniente, ejercer la máxima prudencia en cómo plantear la pregunta para deducir cosas tales como: la filosofía de la empresa en cuanto a la forma de promociones, o si por el contario es un puesto de nueva creación en el cual voy a tener ciertas liberalidades, etc.
Es evidente que querrás saber si la nueva función tiene cierta estabilidad o estará muy condicionada a factores variables como ser productos o nuevos proyectos.
2º) ¿Cómo es el nuevo puesto en un día cualquiera?
Hay preguntas que puedes formularte y también formularlas con el debido cuidado, porque pueden ser mal interpretadas. Podrás respondértelas apelando a tu imaginación en función de lo poco que ya has sabido de la empresa por la entrevista que estás teniendo, o al cabo de una segunda entrevista en la cual hayas profundizado más porque tienes más datos. Entonces ese escenario que quieres construir en tu mente, por ejemplo, ¿cómo sería un día normal trabajando en esta nueva función? no es baladí, más bien clave para ver tu capacidad de movimiento, tus tiempos libres de los que dispondrás, la flexibilidad de horarios que puedas acordar, etc. Lo que sí puede darse, es que comprometa todos esos conocimientos que aparentemente hemos demostrado que estamos capacitados para el puesto, porque el entrevistador pueda deducir que el candidato/a no tiene muy claro cómo va a asumir la función y todas las responsabilidades que tenga que ejercer.
Cuando se trata de puestos de gran responsabilidad, por ejemplo, un/una joven con cinco años de experiencia, habiendo terminado carrera y master, que está aspirando a ocupar un mando intermedio, puede ser un arma de doble filo si en vez de formulárnosla a nosotros mismos, lo hacemos con dos o tres preguntas derivadas que alerten al entrevistador (puede ponernos en serio peligro frente a la selección) porque puede pensar que no dominamos las competencias propias de la función y responsabilidad que aspiramos a cubrir. Cuánto más arriba en la estructura organizacional nos postulamos, más sensibles son estas consideraciones de parte de quién las recibe y precisamente, no son bien valoradas.
3º) ¿Qué es lo que más se valora de un empleado?
Otra de las preguntas que bien planteadas puede aclararnos el panorama laboral al que nos vamos a enfrentar es: ¿qué es lo que más se valora de un empleado en esta empresa? La respuesta puede ser directa porque se responda a las responsabilidades y tareas asignadas al puesto. Pero también será muy elocuente en cuanto a que nos brinda información valiosa en cuanto a la filosofía que en materia de RRHH está llevando a cabo la organización, lo que nos hará también deducir qué cosas podemos o no esperar en el puesto que vamos a cubrir. Por ejemplo, podríamos perfectamente construir un escenario en nuestra mente de cómo actúa la organización en cuanto a las exigencias con los empleados, caso por ejemplo, de si se les exige cierta rapidez, o por el contario, se les otorga una independencia de criterio y autonomía de decisión fomentada en trabajo en equipo, colaborativo, etc.
José Luis Zunni es el director de la edición online de ECOFIN. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014. Coordinador académico de la Red e Latam del grupo media-tics.com. Ponente de seminarios de Management y liderazgo de la EEN (Escuela Europea de Negocios) y coordinador del Foro de Management y Nueva Economía de la EEN. Analista de la realidad actual, especialmente en los aspectos económicos, políticos y sociales. Experto en Management y formador de directivos y profesionales en las técnicas de liderazgo.
Ximo Salas co-autor del libro “Mejora y gana (Manual de marca personal para la búsqueda de empleo)”.Fundador de Crea Community (Social Media and Human Resources Company). Consultor, conferenciante y formador. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014