Los adblockers son una moda entre los más jóvenes, pero está en juego la supervivencia de los contenidos sufragados con publicidad. ¿La buena noticia? Que 4 de cada 10 españoles estarían dispuestos a pagar por navegar sin publicidad.
Tal vez no todo esté perdido: mientras que el 84% de los jóvenes de entre 18 y 24 años y el 76% de entre 25 y 34 conocen los bloqueadores de anuncios, el 40% de los españoles pagaría para navegar sin publicidad. Lo que no sabemos es a quién: ¿al medio? ¿A un bloqueador de anuncios?
Estos datos se desprenden de una encuesta realizada por la consultora Accenture entre 28.000 personas de 28 países, y que vuelve a poner el acento en la importancia de encontrar un modelo publicitario digital alternativo para que los medios que dependen de los anuncios puedan sobrevivir.
La moda de los bloqueadores de anuncios es fuerte en España (hasta el 75% de los encuestados conoce varias opciones para eliminar publicidad y el 26% los utiliza habitualmente), pero es en países emergentes donde tiene aún más tirón, algo que podría poner en peligro la transición digital de sus medios locales. En ellos, el 65% de los consumidores conoce los bloqueadores de publicidad, un porcentaje que en mercados maduros baja hasta el 58%.
Uno de los líderes es México, donde el 82% de los encuestados conoce los adblockers, frente al 55% de los estadounidenses. Latinoamérica lidera este ranking con el 78% de conocimiento, seguido de Oriente Medio (69%). De nuevo, la buena noticia es que el 47% de los usuarios de estas regiones pagaría por acabar con la publicidad, frente al 34% que está dispuesto a rascarse el bolsillo en los países desarrollados.
Según algunos estudios,
el uso de adblockers genera unas pérdidas anuales de 21.000 millones de dólares a nivel mundial, una amenaza para la industria de los medios digitales, que no son capaces de encontrar un modelo de negocio alternativo a regalar los contenidos en Internet a cambio de insertar publicidad. Además, los bloqueadores de anuncios están promovidos por empresas de reciente creación que se han convertido en
nuevos intermediarios de un negocio, el de la publicidad digital, que no termina de encontrar su camino.