El mercado estadounidense siempre es un referente para la industria periodística, por lo que analizar las tendencias que se han impuesto en el país puede resultar muy revelador.
Sin duda Internet se sitúa en el centro de las operaciones periodísticas y la adaptación a este medio ha traído consigo un intento de encaje que ha llevado tanto a la concentración geográfica de los medios como a las fusiones masivas.
El negocio de la información en los inicios de la web hacía pensar que se eliminarían las barreras de entrada a la industria con millones de actores publicando desde cualquier lugar. Sin embargo, la realidad es que en vez de dispersar el negocio por todo EEUU, lo que se ha producido es una concentración en Nueva York y otras ciudades importantes de las costas. Y este hecho tiene un impacto real sobre el tipo de noticias que reciben los ciudadanos. Según el Laboratorio de Periodismo Nieman, tan solo el 8,8% de las ofertas de trabajo en televisión publicadas en el portal “JournalismJobs.com” son de Nueva York o Washington DC, y las de periódicos apenas suponen un 10,5%. Sin embargo, en lo referente a trabajos en medios digitales, el porcentaje asciende al 38,9% (casi 4 de cada 10 ofertas). Según datos del Bureau of Labor Statistics recogidos por “The Washington Post”, la proporción de empleos ofertados en Nueva York, Washington y Los Ángeles pasaron de 1 de cada 8 en 2004 a 1 de cada 5 en 2014.
Los digitales con más proyección, “BuzzFeed”, “Business Insider” o “Mashable”, tienen su sede en las principales ciudades, desplazándose claramente desde el centro del país a las costas. Al igual que los músicos quieren tener presencia en Nashville o la industria automovilística en Detroit, el periodismo se concentra en las ciudades donde se desarrolla más rápidamente la innovación. Esta realidad provoca que los periodistas que escriben en los medios tengan un punto de vista más liberal que el de la media estadounidense y se corre el riesgo de perder perspectiva local si todo el mundo escribe desde las ventanas de edificios ubicados en ciertas manzanas de Manhattan.
Por si no fuera suficiente la concentración geográfica, también se está produciendo una concentración empresarial. Para diarios como “Chicago Tribune” o “Denver Post”, la compra de publicaciones más pequeñas se ha convertido en una forma de ganar tiempo mientras averiguan cómo aumentar los ingresos de sus ediciones digitales, informa “Bloomberg”. El año pasado, la industria registró el mayor número de ofertas desde que empezara la crisis en 2008. De esta forma, 70 diarios fueron vendidos por un total de 827 millones de dólares. Y este año seguramente esa cifra aumentará, ya que compañías de medios como Gannett, News Corp. o Tribune se han desvinculado de sus negocios de radio y televisión, dejando que los periódicos se valgan por sí mismos.
Algunos periódicos pueden permitirse el lujo de seguir en solitario, pero solo si su marca es tan potente como la del “New York Times” o están bajo el paraguas de un multimillonario como Bezos en “The Washington Post”. El resto tendrá que fusionarse con otras cabeceras para hacer frente a la fuerte competencia digital.
Según “Bloomberg Inteligence”, los ingresos publicitarios de los periódicos estadounidenses han caído a 12.000 millones, frente a los 50.000 millones del año 2000. La circulación impresa se ha reducido a la mitad en la última década, de acuerdo al analista Alan Mutter. Los ingresos publicitarios en Internet, aunque en aumento, van a parar en su mayor parte a Google y Facebook.