No se puede vivir sólo del digital, al menos de momento. O eso es lo que se desprende de los resultados del último ejercicio en el que sólo Prisa, Unidad Editorial y Vocento aglutinan casi una tercera parte de la facturación total.
Aunque nos encontramos en una época eminentemente digital, las grandes empresas del sector aún tienen asentada su base económica en el papel. Tanto que, por el momento, no se plantean renunciar al periódico tradicional pese a que la facturación de sus servicios en la red ha aumentado en los últimos años.
Atendiendo a tres de las compañías más importantes de la industria, Prisa, Unidad Editorial y Vocento, podemos observar que sólo un tercio de sus ingresos proceden del digital. Pese a este dato, se han filtrado las intenciones de una de las cabeceras más consolidadas, como es El País: “El trasvase de lectores del papel al digital es constante. Se puede dar ya por hecho que el hábito de la compra del periódico en el quiosco ha quedado reducido a una minoría. En los próximos días concluirá la primera fase de la obra que habilitará una nueva redacción, y con ello llegará el momento de la conversión de El País en un periódico esencialmente digital”. Éstas eran las palabras que Antonio Caño, director del medio, remitía a su equipo. Sin embargo, los datos hablan por sí solos y, pese al incremento de hasta el 22% de la publicidad digital en 2015, esos 51 millones de euros no compensan los más de 70 del papel de las tres principales cabeceras de Prisa.
Tampoco Unidad Editorial podría hacer frente a la retirada del papel, puesto que los ingresos de Internet representan menos del 30% de su facturación total. Vocento, por su parte, afronta una caída significativa de difusión de sus periódicos, por lo que el 28% de la facturación de la publicidad digital sabe poco al grupo editorial.
Al incremento de la inversión publicitaria en el papel, de apenas el 0,5% en periódicos y sólo del 0,1% en revistas y dominicales, se suma la caída casi generalizada y la merma de las redacciones, cuyos equipos van menguando casi a la par que sus tiradas. Los anunciantes quieren invertir en internet, de hecho, este tipo de publicidad aumentó un 12,3% en 2015, por lo que a los medios, ya sean tradicionales o nativos del digital, no les queda otra que focalizar sus acciones en una rama de la que renegaban no hace muchos años.