Los productores vitivinícolas en nuestro país siempre han tenido que decidir el estado óptimo de madurez del fruto en función del criterio subjetivo de una o varias personas que se basaban en analíticas de laboratorio, la experiencia, la previsión climática y la comparación con cosechas anteriores.
Hoy, gracias a bynse, la primera plataforma desarrollada con tecnología big data, el productor tiene la posibilidad de controlar su cosecha a través de la colección, el análisis predictivo, la clasificación y la búsqueda de patrones en grandes cantidades de datos.
Esta nueva solución toma datos, a través de sensores distribuidos por el viñedo, sobre el estado del terreno, de la planta y de la climatología para controlar el riego, el estado de maduración o el uso adecuado de productos fitosanitarios que garanticen la calidad del caldo.
De esta manera, el productor conseguirá aumentar la eficiencia de su explotación, reducir los costes y mejorar la gestión empresarial gracias al control de los factores de riesgo y la mejora en la toma de decisiones con los datos recogidos en tiempo real en la nube y a los que puede acceder en cualquier momento y lugar.