En nuestra foto de portada observamos dos ejemplares machos de lobo de las estepas rusas logrando mediante el aullido, una finalidad que puede ser comunicativa, emotiva o social. Menos mal que el liderazgo moderno no requiere de estas prácticas de los bosques fríos, pero en cuanto entremos en materia podrán observar que se convierte en pieza clave del liderazgo la comunicación efectiva como lo es para los solitarios habitantes de la estepa.
El hecho de que todos los seres humanos somos bastante parecidos,no implica que lo seamos como personas cuando se contabilizan emociones, sentimientos, percepciones, etc. Desde que cada individuo es una realidad única, no existe un estilo de Management adaptable para cada persona que forme parte de una organización. Pero al mismo tiempo, lo que un líder quiere de cada miembro de sus equipos en cuanto a exigencia y rendimiento, debe ir acompañado por las sugerencias y el feed-back que cada empleado debe dar sobre las tareas y responsabilidades que directamente dependen de él/ella, así como las ideas que esta persona puede aportar para la mejora. Sus ideas pueden ser muy diferentes como lo serán también sus estados emocionales y la forma en que le impresione el estilo de liderazgo en la organización.
Cada vivencia y realidad única son tremendamente esperanzadoras para alimentar de talento los escenarios empresariales, pero también es cierto que van a generarse una serie de conflictos emanados justamente de ese ser unívoco de los seres humanos. Pero no debemos creer, que es imposible liderar cualquier grupo humano sin que sobrevenga alguna forma de conflicto. Los habrá siempre y de manera constante, por lo que la preocupación del líder será neutralizar y tomarse muy en serio los problemas entre el personal, que sabe que si no son atajados a tiempo se convierten en un conflicto. Razón por la cual la crítica y la comunicación abierta en todos los sentidos, de arriba hacia abajo y desde la base hacia la dirección, cómo cuando surge como un nuevo espacio de convivencia en las estructuras organizativas en las que prevalece una forma matricial y horizontal, en todas las direcciones en las que se mire, es necesario lograr un feed-back propiciado desde una comunicación abierta, facilitando todo lo que se pueda la transversalidad en los mensajes y en aquellas críticas.
Por definición, la comunicación transversal que apoye y promueva el líder, no sólo es democrática sino que se obtienen resultados altamente beneficiosos para el rendimiento de personas y procesos. La organización gana. Todos ganan.
Hemos visto en las diversas etapas de evolución organizacional, previas al proceso de globalización y posteriores al mismo, en las que la filosofía de actuación frente a los problemas y conflictos internos, no eran tratados de manera similar. El conflicto se gestionaba desde la jerarquía con ordeno y mando, preocupándose la dirección poco o nada sobre las percepciones, sensibilidades y demás preocupaciones de la gente. Era un liderazgo corrector que lo único que velaba era por el cumplimiento del presupuesto y el logro de los objetivos a cualquier precio, aunque este coste fuera el humano.
Con la evolución hacia procesos y métodos cuya principal preocupación ha sido la persona (el factor humano), se ha dado un paso de gigante en la forma de hacer liderazgo, por lo que el líder efectivo sabe que si no se actúa en tiempo y forma, la gente termina acostumbrándose a conductas que no sean las más propicias para las buenas relaciones interpersonales, o que los conflictos sean considerados como algo normal en el panorama laboral de dicha organización.
Frente al liderazgo convencional al que nos referimos en que no importaba este sentimiento, el líder efectivo del presente sí presta toda la atención a estas cuestiones porque no sólo la filosofía de esta nueva cultura empresarial lo exige, sino que existe una nueva mecánica propiciada y favorecida por las NT’s que facilitan al mismo tiempo que cambian los procesos y métodos de trabajo, haciendo que las personas sean consideradas piezas importantes para la gobernabilidad de la organización.
Cuando no se admite el desconocimiento o que algo no se sabe, o también se quiere evitar decir que no se cuenta con toda la información, en suma, cuando el líder de una empresa o el jefe de un equipo (en ambas situaciones es igualmente grave) actúa como un “sabelotodo”, lo único que está haciendo es quitarle iniciativa al empleado o al grupo bajo su supervisión directa, porque la gente respeta más cuando se admiten las limitaciones humanas de que no se puede saber todo, especialmente en equipos de alto rendimiento y multidisciplinares, en los que la coordinación es sustancial para lograr alcanzar las metas impuestas. He aquí otra de las grandes diferencias entre el viejo y el nuevo liderazgo
Por ello, las preguntas a la gente que se supervisa son fundamentales para alimentar dicha creatividad. Que aflore el talento. Que se sientan libres de ataduras y tensiones. Eliminar barreras de control y supervisión innecesarias o que por el simple hecho de la aplicación de la innovación tecnológica a los procesos se han quedado obsoletas.
La tecnología favorece y promueve la transparencia en las formas de comunicarse las personas. A su vez, cuánto más transparente se es en la comunicación, se generan los anticuerpos de cualquier forma autoritaria en la coordinación del personal. El autoritarismo conduce indefectiblemente a la arbitrariedad, atributo que no cabe en el liderazgo actual bajo ninguna justificación.
De aquí que cuando se tienen que tomar decisiones comprometidas para la organización, asumiendo determinado nivel de riesgo en beneficio de que se mantenga el proyecto de empresa viable a medio plazo, lo fundamental en el ejercicio de un liderazgo transparente, comprometido y directo, es explicar de manera que la gente entiende por qué y para qué se van a tomar determinadas decisiones. Hay que erradicar el miedo a decir cosas delicadas. Esta comunicación es la que vale en realidad para afrontar los retos del futuro. Incluso cuando las decisiones tomadas no son del agrado de la gente, por el sólo hecho de comprender el alcance de las mismas y los beneficios que reportarán para la organización en su conjunto, estarán dispuestos a dar su apoyo aunque en el inicio pudieran haber estado en contra de tales medidas.
Entender y comprender es más tarea de un líder efectivo que responsabilidad individual de cada persona. Esto no implica afirmar que el personal es como un robot al que se le indican las cosas. ¡No! Pero en su mecánica de trabajo diario, realizando una cantidad de tareas a veces automáticas por la naturaleza del cargo, cuando surge una variación en el método de trabajo a aplicarse, o una transformación importante en los sistemas informáticos y de gestión que utiliza el departamento, terminarán siendo mucho más efectivos de lo que se esperaba de ellos por el solo hecho de haberlos participado en la aplicación del cambio y que se sienten comprometidos con el nuevo proceso.
El dinero no lo es todo. Hay cosas mucho más importantes si al final del camino se quieren obtener resultados beneficiosos para personas y organización, tales como el tiempo de dedicación para capacitar y formar a los equipos, el coaching en determinados niveles de mandos intermedios, etc. Del mismo, no escatimar información que ayude a comprender la situación que está atravesando la empresa, hará no sólo mover los sentimientos del personal en cuanto al agradecimiento, compromiso, etc., sino que los hará más eficaces en sus tareas y alimentará la necesidad de que sientan lo importante que es abrazar el éxito en la cuota que a cada uno le corresponda. Lograr esto es sencillo cuando la comunicación es también sencilla y sincera. Sin atajos. Sin complejos.
Con la tecnología actual que incluso favorecen los grupos de personas que en una empresa se forman mediante la telefonía móvil, que van informándose en tiempo real desde el atraso en llegar a una reunión de equipo hasta las novedades de un encuentro con un cliente potencial que ya lo tienen en la fase final de contratación, todo esto implica una cierta pérdida de autonomía en las decisiones, porque justamente es el grupo el que comparte y el jefe el que está observando y redirigiendo hacia las metas impuestas.
Tanta tecnología puede despojar a la gente de la voluntad de tomar decisiones, lo que de manera involuntaria provoca una sobrecarga de trabajo al líder de equipo que no deja de estar en todas y cada una de las decisiones que se tomen. Por tanto, el líder efectivo debe buscar un equilibrio entre ese grado de autonomía que él persigue tenga su gente y aquellas cuestiones que deben estar siempre sometidas a su juicio. La llave está una vez en la forma que comunica: cómo lo hace y qué dice. Cómo genera confianza en las personas sin tener que esforzarse demasiado.
En todo caso, todos los procesos y acciones llevadas a cabo en una organización, están sustentadas sobre la misma base: un know-how específico que hace que ciertas personas y equipos sean diferentes y agreguen valor a la cadena, sumado a una comunicación abierta y transparente que potencie y favorezca la comprensión de los por qué, así como la participación y compromisos de la gente en los para qué.
El buen líder debe armonizar la convivencia de ambos factores. Un conocimiento cada vez más especializado para seguir compitiendo en el mercado. Pero no puede mantenerse este valor diferencial, si no existe primero una comunicación a la altura en todas los ámbitos de la organización. Desde ya que la comunicación externa y cómo se muestra la organización en el mercado es vital, pero no menos importante es la que se haga de puertas adentro.
Los líderes efectivos, como el lobo de la estepa, tienen que hacer oír su voz: hacia el exterior será la marca, el prestigio del producto y/o servicio, la solvencia, etc. los que den soporte al líder que comunica hacia terceros, que representa a la organización frente a otras instituciones, que realiza negociaciones estratégicas con algún competidor directo y un largo etcétera. Pero hacia adentro, su comunicación es para que la gente entienda y comprenda, porque sin mover las emociones de cada persona que le indique los beneficios de lo que se hace y en cuánto mejorará su carrera, no habrá equipos de alto rendimiento que perduren en el tiempo.
El alimento para que el talento se proyecte hacia delante se basa en comprender dónde estamos y hacia dónde vamos. El proyecto encajará mejor o peor para cada persona, por lo que el líder deberá afinar muy bien el lápiz para que cada factor humano reciba las instrucciones precisas mediante la comunicación de proximidad que garanticen que cada una de esas personas, por más diferente que
sean entre sí, comparten compromiso porque han comprendido el mensaje, su alcance y lo más importante, creen en ello y en su líder. Sin comunicación oportuna y directa no hay credibilidad, lo que hace que se pierda la confianza y las emociones de las personas, variarán de manera individual porque a cada una le afectará de manera diferente. Por ello, la armonía que el líder ejercite con su personal, será esencial para que aquel conocimiento y pericia técnica no se malogre. Una vez más, la clave está en la comunicación.
José Luis Zunni es Director Edición Online ECOFIN. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014. Coordinador académico de la Red e Latam. Conferenciante. Ponente de Seminarios de Liderazgo y Management de la EEN y coordinador del FORO DE MANAGEMENT Y NUEVA ECONOMÍA DE LA EEN. Analista de la realidad actual y especialmente en los aspectos económicos, políticos y sociales, Experto en Management y formador de directivos y profesionales en las técnicas de liderazgo.
Ximo Salas, Co-autor del libro “Mejora y gana” (Manual de Marca personal para la búsqueda de empleo).Fundador de Crea Community (Social Media and Human Resources Company). Consultor, confrerenciante y formador. Miembro de la Junta Directiva de Governance2014