El auditorio Rafael del Pino de Madrid ha acogido el encuentro anual de periodistas ‘Conversaciones con…’ organizado por la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra. El invitado de esta cuarta edición ha sido el veterano periodista Paul Steiger, gran abanderado del periodismo de investigación.
En su visita a España, el hoy directivo de la agencia ProPublica reivindica el papel del periodismo en la sociedad actual, un sector en el que “la única constante”, asegura, “es el cambio”. En su opinión, en 2016 ese ritmo se va a acelerar aún más, con una economía mundial que va a provocar el cierre de ediciones, e incluso cabeceras, y un desplazamiento de lectores a la web.
Aunque en España el director de “El Heraldo de Aragón”, Mikel Iturbe, acaba de asegurar en un desayuno informativo que descarta la desaparición de los periódicos en papel, Steiger considera que “la prensa escrita está perdiendo fuelle y desaparecerá”. En EEUU ocurrirá más rápidamente que en Europa, pero en nuestro continente también acabará extinguiéndose “por el atractivo de la tecnología y el incremento de los costes de distribución”.
La realidad de los medios se refleja en los datos: la venta de suscripciones de los 20 periódicos más importantes de EEUU arroja “unos números vergonzosamente bajos”, señala Steiger, con tan solo una cabecera vendiendo más de un millón de copias (“The Wall Street Journal”).
Hoy en día, cualquier persona que posea un portátil y conexión a Internet se convierte en editor, y compañías como BuzzFeed o Vice se han aprovechado de ello para ganar mucho dinero. La preocupación en Internet no es por la audiencia ya que, aunque hay analistas que aseguran que se está frenando el trasvase de lectores del papel a digital, él considera que simplemente a esta fase de ralentización le seguirá otra de aceleración más pronto que tarde. El verdadero problema que en la web, los medios que cobran por acceder a los contenidos consiguen menos ingresos de los que solían conseguir por la publicidad.
Con este complicado panorama, los medios de comunicación tradicionales acaban reduciendo personal y sobreviviendo con contenidos de baja calidad en los que no tiene cabida el periodismo de investigación. Steiger alerta de que la corrupción que no se está contando se puede salir con la suya, y que la sociedad debe ver el periodismo de investigación como “un bien público” que “aporta valor a las personas” aunque no puedan pagarlo.
Por eso, su empresa, ProPublica, se financia con las donaciones de filántropos y la BBC a través de los impuestos de todos los ciudadanos. Así, Steiger se siente orgulloso de que con sus reportajes de investigación se beneficia toda la sociedad, no solo su público objetivo, ya que han ayudado a denunciar negligencias que han motivado incluso cambios en las leyes.
Pero para que este servicio se lleve a cabo, los gobiernos tienen que frenar cualquier técnica intimidatoria hacia los periodistas, ya sean las leyes antiblasfemia, la difamación criminal o la persecución y escuchas a profesionales que por estar ejerciendo su trabajo pueden acabar siendo condenados a prisión. Los asesinatos a periodistas a manos de terroristas fueron elevados por Steiger a la categoría de “crímenes contra la Humanidad”.
En el turno de preguntas, Steiger fue cuestionado sobre el trabajo de ProPublica, desde qué herramientas utilizaban hasta cuánto cobraban sus investigadores. El periodista provocó la sorpresa en el auditorio al confesar que llegaron a ofrecer a uno de los mejores investigadores en prensa hasta 200.000 dólares, oferta que aceptó a pesar de no ser la mayor que tenía sobre la mesa. Y aunque también despertó la admiración del público el sueldo anual de los jóvenes (50.000 dólares al año), Steiger se apresuró a señalar que el nivel de vida en Nueva York era más elevado que en Madrid.
En cuanto a su metodología de trabajo, colaboran con cabeceras como “The Washington Post” o “The New York Times” en base a proyectos dados, utilizan cada vez en mayor medida el análisis de datos y duplican su público diario a través de redes sociales como Twitter. Aunque por el momento no está previsto el lanzamiento de ProPublica en Europa, sí han mantenido conversaciones para futuras colaboraciones. También se están planteando elaborar un modelo a nivel regional o local.
Paul Steiger terminó su charla hablando de dos de los personajes del momento en EEUU, por motivos muy diferentes. De Jeff Bezos, propietario de “The Washington Post”, opinó que es un hombre muy inteligente que “va a aportar ideas para utilizar la tecnología digital, cosas que nadie en el sector periodístico ni siquiera puede imaginar”, al tiempo que los valores periodísticos están garantizados porque, “si cruza una línea roja desde el punto de vista ético, el periódico reaccionaría en contra suya”. A Donald Trump, posible candidato a la presidencia de EEUU, le calificó como “un showman” que conoce de su época en “The Wall Street Journal” porque “se quejaba amargamente de las noticias que publicábamos”.