El buscador por excelencia de la red quiere romper la maldición de las contraseñas tradicionales. Sobre todo ahora, que se han vuelto más vulnerables que nunca. ¿Que cómo lo va a hacer? El proyecto se resume en dos palabras: información biométrica.
El gigante tecnológico ha decidido acabar con las contraseñas tradicionales usando información biométrica, proveniente de la cantidad de datos que se almacenan en nuestros smartphones cuando los utilizamos: geolocalización, audios, forma de escribir, patrones faciales…
El Project Abacus de Google busca reemplazar las contraseñas por un "puntaje de confianza", compuesto por el análisis de todos esos patrones biométricos. Hasta ahora, la mejor manera de proteger una cuenta, era a través del uso de Autenticación de dos Factores, es decir, cuando recibimos un código a través de un mensaje de texto o un email.
El tiempo de respuesta y el hecho de que haya dos pasos para acceder a un pago o a un servicio no gusta al público en general. Por ello, el buscador ha creado una opción que elimine completamente la necesidad de recordar contraseñas complejas o de tener que insertar un segundo código.
La conferencia de Google I/O sirvió también como carta de presentación de esta nueva función, que puede llegar a ser diez veces más segura que un sensor de huellas digitales, tal y como asegura la compañía.
La privacidad, en tela de juicio
Dejando aparte el hecho de que si alguien tiene un accidente o pierde la voz temporalmente tendría un problema para acceder a su dispositivo, no podemos obviar que al usar este servicio, Google tendría un acceso cada vez más profundo a cada una de las características de sus usuarios.
Sin embargo, Project Abacus podría garantizarnos prácticamente el uso personal de cada uno de nuestros servicios y, de esta forma, el buscador no tendría acceso a muchos más datos de los que ya aportamos a las decenas de aplicaciones que cada uno tenemos en nuestros móviles y tabletas.