Crítico, satírico y contundente. Así es el nuevo número del semanario francés “Charlie Hebdo” en el que se conmemora el primer aniversario del atentado yihadista a su sede que se saldó con la muerte de ocho personas.
El número especial lleva 32 páginas en lugar de las habituales 16, e incluye dibujos de los caricaturistas asesinados y de los actuales. También destacan los mensajes de apoyo de personalidades como la ministra de Cultura, Fleur Pellegrin, Juliette Binoche y Charlotte Gainsbourg.
Además del obligado homenaje a las víctimas, los responsables del hebdomadario han querido mostrar su enfado ante los acontecimientos que les tocó vivir en primera persona y han lanzado una portada y un editorial que no ha dejado indiferente a nadie.
En la portada no aparece Mahoma, sino Dios, armado con un kalashnikov y cubierto por ropa ensangrentada. Al igual que la imagen, el titular es impactante: “Un año después, el asesino anda suelto”. El dibujo lleva la firma de Riss, actual director de la revista que resultó gravemente herido en los ataques.
Las reacciones de la Iglesia a la caricatura no se han hecho esperar. El sacerdote de la diócesis de Versalles, el Padre Amar, ha declarado en BFMTV que esta portada le ha dejado “atónito” y que “las familias de las víctimas se sentirán insultadas cuando vean estos dibujos” porque entre los muertos había creyentes. Por su parte, el diario del Vaticano “L’Osservatore Romano” ha publicado un artículo en el que califica la portada de “penosa” y recuerda que “usar a Dios para justificar el odio es una auténtica blasfemia”.
En el editorial, Riss defiende fervientemente la laicidad. Denuncia a los “fanáticos idiotizados por el Corán” y a los de otras religiones, que deseaban la muerte de la publicación por “haber osado reírse de lo sagrado”. Pero a estos devotos les recuerda que “las convicciones de los ateos y laicos pueden mover más montañas que la fe de los creyentes”. De esta forma, aunque muchos pensaban que el semanario desaparecería tras los atentados, se muestra orgulloso de poder afirmar que “aún estamos vivos”.
El especial de “Charlie Hebdo” mantiene su precio habitual, 3 euros, y en países como Alemania sale con una tirada de 50.000 ejemplares (la tirada en los últimos meses es de 100.000 ejemplares en quioscos, 10.000 en el extranjero, y 183.000 abonados). El número que se publicó tras los atentados, que rezaba “Tout est pardonné”, alcanzó los 7,5 millones de ejemplares en todo el mundo. Por entonces, su tirada no sobrepasaba los 30.000 ejemplares.
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