Tras atraer a más de 66 millones de suscriptores en todo el mundo y tener presencia en más de 80 países, Netflix se enfrenta al reto de traducir esa exitosa expansión en ingresos. Pero, ¿los usuarios del servicio entenderían ahora una subida de precios que se ajuste a la realidad del mercado?
La tan esperada llegada de Netflix a España viene acompañada de una reflexión sobre el futuro de la compañía estadounidense en el “Financial Times”.
El rotativo británico destaca la capacidad de Netflix de construir un negocio de forma tan rápida. ¿La clave? Expandirse por medio mundo ofreciendo un producto valioso a un precio muy bajo. Pero una vez que se ha conseguido este objetivo, viene la parte más complicada: convertir el éxito social en éxito económico.
“Financial Times” señala que, mientras que la compañía ha conquistado ya a 66 millones de suscriptores de 81 países (comparable a la audiencia de las mayores cadenas de televisión mundiales), no ha demostrado saber cómo transformar este éxito en beneficios.
A pesar de que en EEUU tiene tantos abonados como todas las compañías de cable juntas, sus ingresos solo llegaron a los 3.400 millones de dólares, muy lejos de los 56.000 millones que lograron las cadenas tradicionales.
Netflix se encuentra ya en ese punto en el que ha conquistado los territorios suficientes, entre ellos España, para poder empezar a fijar precios. De momento, ha subido la cuota mensual de 8.99 dólares a 9.99, pero solo para clientes nuevos. Como Netflix es bastante generoso en contenidos y el cable cuesta de media unos 90 dólares, los usuarios siguen ganando incluso con esta pequeña subida de precio.
Sin embargo, Netflix va a tener que hacer frente a la fuerte competencia de actores como Hulu, a unos productores de contenidos que quieren forzarles a subir los precios o a la desaceleración de su crecimiento en EEUU registrada el último trimestre, entre otros asuntos.
“Financial Times” asegura que el futuro del servicio en streaming dependerá de cómo reaccionen sus clientes cuando se les pida pagar un precio realista por algo que ya se transmite en sus pantallas.