La difusión de “El Mundo” en su edición tradicional ha vuelto a retroceder un 13,4% en el primer semestre. Las ventas en quiosco de “El País” han caído el 11,1% en media diaria hasta junio. Está bien claro y nítido que los lectores están desertando del papel. Los editores han decidido darles dos tazas en una arriesgada apuesta para lograr mayores ingresos publicitarios.
Ni qué decir tiene que esta estrategia va completamente a contracorriente de la que se lleva a cabo en los mercados más destacados. Por poner un ejemplo muy reciente, en Canadá el diario “La Presse” se convertirá en el primero del mundo en ser totalmente digital durante la semana a partir del 1 de enero próximo. Solo tendrá una edición en papel los sábados. “La Presse+”, la versión digital del diario, es el medio líder en audiencia en Québec.
Anotemos también que recientemente “El Mundo” ha despedido a 7 miembros del equipo de publicidad. Además, “ElMundo.es” ha perdido el liderazgo de la información en español. Según el último dato de comScore, “El País” tiene 13,6 millones de visitantes únicos y “El Mundo” tiene 12,4.
Ambos diarios publican el domingo un suplemento de economía notoriamente caduco. Estos suplementos en papel salmón nacieron para insertar en ellos las abundantes páginas de publicidad de ofertas y demandas de trabajo, publicidad que ha huido casi totalmente a soportes digitales. En ambos casos la fórmula editorial ha quedado envejecida y tiene escaso interés.
Anotemos también que entre el suplemento dominical “El País Semanal” y el nuevo “PAPEL”, el segundo sale ganando, con una maqueta más moderna y contenidos más originales. El dominical del diario líder es otro claro ejemplo de obsolescencia editorial.
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