El 15 de septiembre de 2014 Netflix lanzó su servicio en Francia y hará lo propio en España el próximo octubre. La compañía, que ya cuenta con 65 millones de suscriptores a nivel mundial, pretende llegar a todos los países antes de que acabe 2016.
Aunque el mercado francés tiene características propias, es interesante conocer cómo ha funcionado el servicio de vídeo bajo demanda en el país galo de cara su lanzamiento en España.
Sin contar con cifras oficiales (Netflix no facilita datos nacionales), se estima que la plataforma ronda los 750.000 usuarios, 500.000 de pago. Los expertos coinciden en afirmar que, si bien la llegada de Netflix a Francia no ha supuesto el tsunami anunciado, que no haya provocado la transformación del sector audiovisual francés no significa que se pueda hablar de fracaso, informa “Le Monde”.
Desde Netflix se han limitado a señalar que están muy contentos con los resultados obtenidos en Europa y que Francia es un país muy satisfactorio para la compañía. En “Les Echos” aseguran que el objetivo de la plataforma es alcanzar los 10 millones de abonados franceses entre 2020 y 2025. A este ritmo no lo lograrían, pero las previsiones indican que es un servicio que irá creciendo, e incluso ya se habla de que podría alcanzar los 900.000 suscriptores a finales de este año.
Desde Netflix afirman que el éxito se mide a largo plazo, por lo que más que valorar el número de abonados conseguido, lo importante es conocer su nivel de satisfacción. Y en este punto claramente han triunfado. Según la web “Premiere”, a pesar de contar con un catálogo estandarizado en el que las películas no están disponibles hasta 3 años después de su estreno en cines o que los derechos de series de producción propia como “House of Cards” fueron adquiridos en exclusiva por Canal+, el 94% de los suscriptores encuestados se declaran satisfechos con la oferta de la plataforma (“Orange is the New Black”, “Dardevil”, la producción francesa “Marseille”...). Con unos precios que oscilan entre 7,99 y 11,99 euros, el catálogo ha pasado de 3.600 programas a cerca de 11.000 gracias a la incorporación de nuevas series y sus correspondientes capítulos. Canalplay, principal competidor en Francia, ha pasado en este periodo de 10.000 títulos a 9.100, una bajada del 10%.
Manuel Alduy, director de Canal OTT, división del Grupo Canal+, reconoce que gracias a Netflix, los servicios de vídeo bajo demanda han ganado notoriedad. Pero también es cierto que su ascenso no ha dinamitado la televisión tradicional. De hecho, el promedio de tiempo dedicado a ver la televisión tan solo ha caído 5 minutos en un año y los servicios de vídeo bajo demanda aún representan un escaso 1,5% del mercado de la televisión de pago en Europa.
Las grandes cadenas francesas sí han experimentado caídas de audiencia, pero aunque Netflix ha puesto su granito de arena, esta tendencia se debe fundamentalmente a otros factores como la fuerte competencia de la TNT, el desinterés de los jóvenes o el desarrollo de Internet.
“Le Monde” argumenta que el verdadero desafío de Netflix es crecer siendo rentable, algo que es difícil cuando la compañía ha destinado muchos recursos económicos a publicitar sus nuevas series, la compra de derechos o la creación de producciones propias (en 2016 invertirá 5 millones de dólares en sus programas). Pero es posible que, como apunta la web “DeGroupNews”, su verdadero reto sea conquistar a los más de 10 millones de franceses que aún optan por la descarga de vídeo ilegal.