Rusia cuenta con “soldados cibernéticos” cuya misión es publicar propaganda pro-Kremlin en Internet, controlar a los opositores y moldear la opinión pública norteamericana. Estos trolls también llevan a cabo campañas de desinformación coordinadas para generar noticias falsas en redes sociales. La Agencia de Investigación de Internet tiene su sede en San Petersburgo y al parecer está vinculada a un restaurador cercano al presidente Putin.
Gracias a las revelaciones de una extrabajadora al periódico local
“Moy Rayon”, se ha podido confirmar la existencia de una
organización de blogueros en Rusia cuya misión es crear una corriente favorable a Moscú y contraria a países y líderes políticos considerados como enemigos. El modus operandi de este equipo de trolls es ocultar las direcciones IP para evitar ser rastreados y publicar comentarios en redes sociales y blogs transmitiendo determinadas ideas.
Según declaraciones recientes de antiguos empleados a “
The New York Times”, recibieron bonificaciones o multas de acuerdo al trabajo realizado en jornadas maratonianas de 12 horas. En sus
blogs se dedicaban a
mezclar temas mundanos con opiniones políticas siempre favorables al Kremlin. La idea era tejer la propaganda ocultándola en lo que parecen ser reflexiones de personas comunes. También contaban con
varios perfiles en Facebook y Twitter haciéndose pasar por americanos que dejan comentarios críticos con Obama en las páginas de medios como la CNN, “Politico” o Fox News.
Una de las actividades más llamativas es la creación de
noticias falsas, como la que hacía referencia al
ataque de ISIS a una planta química en Louisiana. El mensaje fue lanzado en Facebook, Twitter y Wikipedia y se creó un hashtag masivo, #ColumbianChemicals, en el que se aludía a una explosión de la fábrica que se había escuchado a millas de distancia. Los mensajes se acompañaban de relatos de testigos, fotos, vídeos e, incluso, una captura de pantalla de la CNN para dotar a la noticia de mayor credibilidad.
Varios medios de comunicación rusos han afirmado que la Agencia de Investigación de Internet está
financiada por Yevgeny Prigozhin, un rico restaurador conocido como “el chef del Kremlin” y
muy cercano al presidente Putin. Algunos expertos consideran que, en un país en el que solo la mitad de los rusos tiene acceso a Internet, los esfuerzos del gobierno no estarían orientados a convencer a los ciudadanos, sino más bien a confundirlos. Si el Kremlin no puede censurar los contenidos de la red, solo le queda sembrar el caos y crear un clima de desinformación.