En 2010, los 33 mineros chilenos atrapados bajo tierra durante más de dos meses fueron sometidos a un control de su salud gracias a la tecnología de la empresa estadounidense Zephyr Technology. Sus sensores fueron capaces de monitorizar la frecuencia cardíaca, la respiración, la temperatura y hasta la postura de unos trabajadores sometidos a condiciones extremas.
En la actualidad, los dispositivos ponibles de eSalud se combinan con aplicaciones móviles, una práctica que se conoce como mHealth. Las empresas están innovando constantemente, lanzando al mercado productos muy variados que vigilan nuestra salud, tanto física como mental.Pulseras de fitness que miden el rendimiento físico al practicar deporte; sensores que se adhieren a la piel y pueden indicar desde el nivel de estrés a los días más fértiles de una mujer; gafas que ayudan a mejorar la postura y lentillas que miden la glucosa, y hasta ropa especial para bebés que monitoriza el ritmo cardíaco, la temperatura o la calidad del sueño. Pero los wearables han conseguido ir más allá, desarrollando dispositivos que entrenan la mente y hasta que se pueden ingerir para detectar enfermedades.
Las startups que triunfarán en este nuevo ecosistema serán aquellas que sean capaces de conjugar la última tecnología con la recogida de datos a través de un seguimiento continuo. Si los pacientes son capaces de llevar un control de su salud y detectar cualquier anomalía en una etapa incipiente, se reducirán indefectiblemente los costes sanitarios.