El último estudio hecho público del prestigio Pew Research Center proporciona un dato muy destacado: en la generación digital, entre los estadounidenses nacidos entre 1981 y 1996, el 61% dicen seguir las noticias a través de Facebook. Pew ha realizado una encuesta entre 3.000 personas distinguiendo entre tres generaciones, los llamados “Millennials”, la “Generación X” y los más antiguos “Baby Boomers”. Para las dos primeras, Facebook se ha convertido en la fuente principal de información. Para los “Baby Boomers”, la televisión local aún sigue siendo el medio predominante. Un tercio de la “Generación del Milenio” encuentra las noticias en Google News, en comparación con un 18% para los de la “Generación X” y un 15% para los “Baby Boomers”. Las personas entre las edades de 18 a 29 expresan bastante poco interés por las noticias políticas.
Un estudio de ZenitOptimedia corrobora que Facebook es hoy en día la empresa de medios más importante del mundo sin producir absolutamente nada de contenido. Esta tendencia configura un giro radical que habrá que tener muy en cuenta. El mencionado informe especifica también que el tiempo dedicado a la lectura de periódicos en todo el mundo cae más del 25% en cuatro años. Sin embargo, el consumo de medios de todo tipo está en muy fuerte expansión: pasamos más de 8 horas al día consumiendo contenidos de televisión, Internet, radio o periódicos. La televisión está a la baja, pero hablamos básicamente de la tv tradicional, que cae sin cesar desde hace 5 años. Los periódicos se hunden sin remisión con una disminución de su consumo del 31% en los últimos años. Internet y, mucho más particularmente los smartphones, son la estrella ascendente, que eclipsa cada vez más a todo el resto. La forma y la velocidad con que Facebook ha desplazado a Google en el consumo de vídeo es una tendencia que muestra un futuro profundamente disruptivo.
El prestigioso MIT norteamericano acaba también de trazar un futuro para los medios de comunicación, que plantea “como un desafío de diseño e ingeniería”. Menciona nuevas herramientas tecnológicas que ofrecen oportunidades para reinventar el periodismo. Por ejemplo, FOLD, una plataforma que permite a los usuarios acceder al contexto de una información a través de elementos multimedia. La participación del público es una obsesión en el diseño de la información digital. Una plataforma denominada WeCott permite a los lectores tomar iniciativas sobre los temas que están leyendo. Pueden compartir información, recaudar dinero o establecer un plan de acción en relación con la noticia que han leído. Favorece grandemente el activismo a partir de la información. Pone como ejemplo el boicot a los salones de arreglos de uñas a Nueva York, después de que “The New York Times” publicara una investigación al respecto. Los comentarios de los lectores son un elemento que genera polémica entre los responsables de los medios: hay quien quiere matarlos o quien quiere salvarlos con diferentes fórmulas. Se buscan herramientas que resalten los contenidos positivos en dichos comentarios. Otra plataforma mencionada por el MIT es “Backstori.es”, una herramienta que permite a los periodistas generar de manera semiautomática un vídeo de fondo explicativo sobre cualquier noticia en menos de 5 minutos.
La obsesión por la tecnología es la pauta que está marcando Bezos al frente del prestigioso “Washington Post”. En contra de toda la tendencia general, Bezos ha contratado a más de 100 periodistas desde que adquirió el periódico. En primer lugar, se ha preocupado de construir una audiencia sin importarle demasiado la cuenta de resultados. Desde su toma de posesión, el tráfico de su sitio web en EE UU se ha duplicado, hasta los 51 millones de visitantes únicos en abril. No solo ofrece sus propios contenidos, sino que también enlaza contenidos ajenos. Al igual que Amazon recopila datos sobre sus clientes, Bezos está muy centrado en recopilar datos sobre los lectores del diario norteamericano. Quiere estudiar y predecir el comportamiento de sus lectores. A quien se registre y proporcione un mínimo de datos le ofrece, por ejemplo, una versión en su lector Kindle gratuita para los primeros seis meses y de tan solo un dólar para los siguientes seis meses. Incluso se plantea utilizar la edición en papel como un regalo de promoción. La publicación también está tratando de convertirse en un proveedor de tecnología para la industria de las noticias. El periodismo parece muy diferente al comercio electrónico, pero de alguna manera hay una tendencia a un estrecho maridaje.
Mientras tanto, en España, los principales diarios nacionales continúan con unas versiones en papel que en muy poco difieren de las que han mantenido históricamente. “El País” se ha limitado a cambiar de sitio las informaciones y algunas cabeceras, pero el diario líder en España continúa con una versión en papel envejecida. La histórica cabecera de “ABC” está también atrapada por su pasado. El diario ha perdido más de 7.600 lectores desde enero y casi 17.000 desde abril del año pasado, con unas pérdidas de 2,1 millones de euros hasta marzo. Parece evidente que algo tendrá que pasar en “ABC” en un futuro bastante próximo. El tercero, pero segundo en audiencia, “El Mundo”, estrena nuevo director, en el que podemos advertir algo de aire nuevo. La transición digital se está revelando como muy incierta y cara para los medios de comunicación. Mal asunto para las empresas muy endeudadas. El resto de este año va a ser muy interesante.