Un River Plate vs. Boca Juniors y sin público visitante, con apenas 32.4 de rating (Ibope), es preocupante: en mayo de 2011, Showmatch medía 33 puntos.
Una TV en la cual el programa más visto, en una noche de temperatura fría, llegó apenas a 22.0 (Las mil y una noches, Canal 13), es otra demostración de desinterés: en 2012, Graduados (por Telefe) no bajaba de 26 y por eso lideraba.
Que a un producto le resulta suficiente 12,5 para estar en el Top Five, refuerza esa conclusión. En enero de 2004, el encendido promedio era de 32,1 puntos de 2004. En marzo fue de 2015, 25.4 puntos.
Pero el problema no es sólo el desinterés del televidente. También la preferencia por la chabacanería y la mala educación, que es mucho más grave.
“Hay mucha gente que hace televisión y hace radio y viceversa, con lo cual se hacen las 2 cosas relativamente mal porque antes la radio era para la gente que hacía radio y la televisión para la gente que hacía televisión, esto fue cambiando con el tiempo pero nunca se llegó a tanto. Hoy a las 8 de la mañana, en cualquier programa periodístico, se dice cualquier palabrota y en el horario central se ve cualquier cosa. Lo ridículo es que no dejan ver a los chicos el noticiero porque ‘ver lo que pasa en la calle puede provocarle un problema’, ¿y ver lo que pasa en la televisión?”, reflexionó el periodista Jorge Santos, en Urgente24 Radio sobre las consecuencias que trajeron los medios de comunicación en la actualidad.
Luego, apuntó: “Es un país que ignora la realidad, entonces las leyes ignoran la realidad. La radio ha perdido presencia de los jóvenes, los oyentes que salen al aire son de 30 años para arriba. Cuando quieren comunicarse con un adolescente, ese adolescente no existe. Por otro lado puede ser que el adolescente que escucha radio sea de una clase social muy baja que no ha tenido acceso a internet. En la televisión ya no quedan adolescentes”.
El diálogo:
Edgar Mainhard: -Jorge Santos, ¿por qué persiste el interés por la TV basura?
Jorge Santos: -Me llamás para uno de los temas que considero más delicados en este momento, los medios de comunicación: a la televisión basura ahora se le agrega la radio basura. Lo veo muy mal, por 1 punto de rating se puede hacer lo peor que he visto en toda mi vida.
EM: -¿Y por qué pasa esto? Hemos conocido otros tiempos en los que no era así.
JS: -Se fue degradando todo y la creatividad quedó al margen. Hay mucha gente que hace televisión y hace radio y viceversa, con lo cual se hacen las 2 cosas relativamente mal porque antes la radio era para la gente que hacía radio y la televisión para la gente que hacía televisión, esto fue cambiando con el tiempo pero nunca se llegó a tanto. Hoy a las 8:00, en cualquier programa periodístico, se dice cualquier palabrota y en el horario central se ve cualquier cosa. Lo ridículo es que no dejan ver a los chicos el noticiero porque ‘ver lo que pasa en la calle puede provocarle un problema’, ¿y ver lo que pasa en la televisión?
EM: -¿Y cuál es el horizonte?
JS: -Estamos navegando en aguas turbias. Me imagino que si el proceso electoral arroja algo distinto que no sea la continuidad K es probable que algo cambie. Pero si es más de lo mismo, nada cambiará sino todo lo contrario en la oferta de la televisión.
EM: -¿Creés que bastaría que el futuro no fuese K para garantizar que no siga este derrumbe progresivo?
JS: -Sí. Y con el tiempo. La decadencia social a la que hemos llegado abarcó todos los órdenes, la agresión y el lenguaje reducido de los chicos en la calle, donde la palabra soez está al tope del vocabulario. Es un problema de tiempo. No va a pasar de un día para el otro. Es cierto que en la medida que haya un poquito más de control de los entes que deben controlar, algo se puede rescatar aunque esto no significa que haya que censurar sino de que se cumpla lo establecido. Hay que llamar a la reflexión a los comunicadores.
EM: -Me planteaste el otro día algo muy interesente: ‘los chicos ya no escuchan radio ni van a la televisión sino que se refugian en las redes sociales’, ¿ahí no hay retorno de las nuevas generaciones hacia los medios convencionales?
JS: -No, ahí no hay retorno. Los chicos no tienen retorno, se han fugado de las FM, por ejemplo. Prácticamente ya no hay música en la programación de la Frecuencia Modulada, y las que tienen música son escasas. Los chicos están mucho más compenetrados con la música que suena en el mundo antes que los musicalizadores de las radios que aún quedan transmitiendo música. Por ese motivo, cuando en la Aldea Global uno escucha estupideces como que hay que pasar música nacional para revindicar la argentinidad, es tremendo. En las redes sociales se accede a toda la música del mundo.
EM: -Esa fue una de las grandes tonterías de la mal llamada 'Ley de Medios' que supimos conseguir y que ignora la realidad.
JS: -Es un país que ignora la realidad, entonces las leyes ignoran la realidad. La radio ha perdido presencia de los jóvenes, los oyentes que salen al aire son de 30 años para arriba. Cuando quieren comunicarse con un adolescente, ese adolescente no existe. Por otro lado puede ser que el adolescente que escucha radio sea de una clase social muy baja que no ha tenido acceso a internet. En la televisión ya no quedan adolescentes. Cris Morena ha trabajado para las redes usando la televisión. Fue un éxito en el teatro y por televisión fue un fracaso.
EM: -Fue un éxito en las redes también pero no en el rating.
JS: -En la televisión fue un fracaso a tal punto que sólo se utilizó el soporte como forma de publicitar su presencia en las redes sociales.