Después de recibir una notificación de casa matriz, el 9 de abril pasado sus empleados fueron despedidos, aunque todavía cumplen funciones contables de liquidación dos personas. “No es por un tema de ventas, porque teníamos un revenue por cabeza más alto que Chile y Colombia, donde decidieron permanecer. Se van por la apreciación que tienen del país”, confesaron a Infotechnology.com desde la empresa.
Ante posibles futuras ventas (Cisco estaría interesada en la empresa), a nivel global el proceso de desinversión de Symantec comenzó luego de que, puertas adentro, se anunciara que Veritas, compañía adquirida en 2005, volverá a ser independiente, de manera formal, en octubre.
Los directivos de la oficina central sacaron lápiz y papel y tacharon a 22 países, entre los que está la Argentina. Mientras tanto, en el país, sus productos continuarán siendo distribuidos por canales mayoristas; pero la filial local, todavía con representación legal, cierra sus puertas.
No es la primera vez que Symantec aplica despidos repentinos. En septiembre de 2009 la presidenta Cristina Fernandez de Kirchner aplaudía con ánimo la inauguración de un centro de seguridad informática en Munro, que emplearía a 150 ingenieros y técnicos de diferentes partes del mundo. La alegría duró poco: tres años después los trabajadores recibieron el telegrama de despido.
“No nos dieron un porqué claro, pero problemas como las importaciones o giro de dividendos terminan afectando. Si mirás las métricas, te das cuenta de que es tonto cerrar Argentina. Es un tema subjetivo, de cómo conciben al país. Es más caro irse que quedarse, especialmente cuando es probable que después de diciembre lleguen inversiones. No sabemos si eliminarán la representación legal”, dijeron a este medio desde la empresa.
No es la primera huida de Symantec: había dejado el país en plena crisis de 2001, y cuatro años después, cuando compró Veritas, revivió su sociedad, al anexar los empleados y la oficina de la empresa adquirida.