Desde que “The New York Times” popularizara el muro de pago en el año 2011, muchos son los medios que han decidido rentabilizar sus páginas web a través de un paywall o de contenidos premium. Paralelamente a este crecimiento, han ido surgiendo detractores de una práctica que ha llegado a ser considerada como una vulneración del derecho a la información de los ciudadanos.
Uno de esos enemigos de los paywalls es Paolo Cirio. Este excéntrico artista digital se ha dedicado a hackear los sitios web de importantes diarios mundiales y a compartir en su web “Daily Paywall” contenidos de pago de manera gratuita. Hasta el momento, el artista ha publicado unos 60.000 artículos procedentes de medios como “The Wall Street Journal”, “Financial Times” o “The Economist”, informa “Motherboard”. También existe una versión impresa que se distribuye cada dos semanas de forma gratuita en máquinas expendedoras de periódicos de Nueva York.
Cirio justifica sus acciones alegando que la información debe ser gratuita y que el conocimiento no se puede ocultar detrás de una suscripción. Si se trata de material relacionado con política y economía global corrupta, es imprescindible facilitar el acceso a esa información en favor de la democracia. Además se pregunta por qué necesitan algunos medios este dinero extra si otros como “The Guardian” están recibiendo más lectores sin recurrir a las suscripciones.
Convencido de que muchos usuarios están de acuerdo con su iniciativa, ha creado un sistema de crowdfunding para todo aquél que quiera aportar dinero al proyecto. La idea es crear un modelo económico circular en el que el beneficio generado a partir de los contenidos pirateados se invierta en informar a la población, pero también en recompensar a periodistas y lectores. Éstos últimos ganan un dólar si responden correctamente a un cuestionario que hace referencia al artículo que acaban de leer. Y los periodistas que lo reclamen obtienen el dinero que los donantes decidan ceder al autor de cada artículo.
Porque el problema, en opinión de Ciro, es el modelo de negocio. La industria controla el acceso a la información de la población estableciendo precios abusivos. Lo que él pretende es presentar un modelo constructivo y un enfoque alternativo para distribuir la información, la educación, los ingresos y el trabajo con un nuevo propósito no relacionado con la economía, informa “Wired”.