Cuando hablamos de Firma Digital nos referimos al algoritmo seguro basado en criptografía asimétrica capaz de autenticar la identidad del firmante y la integridad y no repudio del documento firmado.
Este instrumento llamado firma digital se implementó en España hace ya algo más de 10 años, la que ha sido regulada por diferentes legislaciones tanto a nivel nacional como europeo (las que buscan la interoperabilidad en la UE) con el objetivo en primera instancia de ser usada por parte de las empresas y los ciudadanos en sus gestiones con la Administración Pública: facturación electrónica, presentación de la renta, etc. Así como para otras finalidades de las empresas y los usuarios: banca on line, transacciones electrónicas…las que se pretendía fueran llevadas a cabo a través de herramientas como el DNI electrónico, del que fuimos pioneros.
Sin embargo, estas ambiciosas expectativas no se han cumplido y debemos preguntarnos si ha sido la crisis, no se han hecho los esfuerzos suficientes…porque a pesar de que tanto nuestro modelo de firma digital como de DNI electrónico (cuyo chip contiene este firma digital) ha sido exportado y asumido por otros países, ¿qué ha pasado para que en España no se hayan alcanzado los objetivos de uso deseado?
Sobre todo esto y cómo podemos empezar a promulgar esta usabilidad de la firma digital y cumplir estos objetivos, a los que el nuevo Reglamento 910/2014 de la Unión Europea eiDAS va a contribuir y por tanto, seguir avanzando en el uso masivo y consolidación de la firma digital española, modelo de referencia para otros países y clave en el desarrollo de la sociedad digital española, hago balance en este post.