Detrás vinieron cientos de conjuntos en todo el orbe en los últimos 50 años, pero la idea de cuarteto original nadie se atreve a quitársela, porque aunque hubo muchos y muy buenos concomitantemente con los Beatles y después de ellos, ninguno tuvo un impacto tan profundo en la sociedad.
Esto es lo que ocurre con las ideas, a veces no representadas por invento alguno, sino que se mantienen en la categoría de principios y valores. Por ejemplo el discurso de Martin Luther King la noche previa a su asesinato en 1968 cuando dijo “I have no fear because I went to the mountain and I’ve seen the Lord” (No tengo miedo porque fui a la montaña y vi al Señor). Repetió varias veces “no tengo miedo” y movilizó millones de personas de su raza para que se lograra por fin la aplazada legislación sobre los derechos civiles.
Usted puede estar pensando, "¿Cómo puedo llegar a ser la persona que aporte la próxima gran idea?". ¿Puedo ser un John Lennon? Este es un privilegio de unos pocos…un auténtico don. Ser un creador de música y gran “rebelde” y transformador social. Pero aspire a ser un poco menos, aunque tendrá que tener la imaginación y las ideas muy claras para triunfar en el mundo complejo de los negocios de hoy día.
Jonathan Swanson, el co-fundador y presidente de Thumbtack (organización cuya finalidad es dar apoyo profesional a cualquier arreglo, mejora, etc. de las viviendas), creó un riguroso proceso para llegar a ideas que cambian el mundo.
¿Puede una idea cambiar el mundo?
No conozco persona que no haya dicho en algún momento de su vida una frase tal como así: “yo podría haber pensado en algo parecido”, en referencia siempre a que alguna otra persona puso en marcha una idea que hacía tiempo le rondaba por la cabeza.
La cuestión de decir “yo podría” es una expresión autocompasiva, porque esa otra persona que no conoce y que supo implementar una idea igual o parecida, tuvo la determinación (además de los recursos) para implementarla.
Cuando alguien se pregunta “¿cómo puedo llegar a que la próxima gran idea sea la mía?", lo más próximo a la respuesta del millón es: haga Ud. cientos de observaciones de la realidad que le circunda y vea, como dice el líder empresarial Richard Branson, “en qué puedo mejorar la calidad de la vida de la gente”.
Esta pregunta, Branson la explica de manera recurrente en cuanto a que cada vez que su imperio empresarial decide entrar en un nuevo sector de la economía, piensa sólo en la gente y en lo que implica implementar un nuevo servicio o producto en el mercado en beneficio de los consumidores. Branson se refiere a ideas que den mejor calidad de vida a las personas.
Jonathan Swanson afirma que sus socios y él se plantearon “marcar una gran diferencia en el mundo”. Sabíamos que la mejor manera era resolver un problema muy grande que no sólo nos afecta a nosotros, sino que afecta a un gran número de personas de todo el mundo”.
Entonces durante meses, empezaron a buscar cuáles eran los problemas que afectan a cientos de millones de personas en todos los ámbitos de la vida a escala global. La metodología que aplicaron durante bastante tiempo, fue que una vez a la semana discutían una gran cantidad de ideas diferentes en las que habían estado pensando. La consiga: buscar un problema que afecta a millones y ver cómo puede ser resuelto con la aplicación de la tecnología.
Una cuestión que hay que tener en cuenta cuando nos surja una idea que creemos pueda funcionar, es ver si conocemos a persona o grupos que estén o hayan estado trabajando en algo similar. Incluso, pasados unos días, cuando uno sigue revisando las anotaciones que va haciendo sobre posibilidades de poder implementar tal o cual idea (siempre habrá algunas preferidas en su lista), deberá volver a realizar este examen de si se han incorporado más entusiastas a implementar la idea, asegurándose que no es sólo la persona o empresa que había detectado en su búsqueda anterior.
Puede ocurrir que las ideas también nos “engañen” en cuanto a la creencia que tengamos en referencia a la facilidad de implementación: ideas que parecen sencillas de llevar a la práctica generan auténticos quebraderos de cabeza en la implementación; otras ideas que habíamos descartado por considerarlas demasiado complicadas, en los hechos (verificando las acciones de otros) son mucho más simples de lo que parecían.
Ahí radica esa visión de muchos líderes que enfrentados a una misma idea que diferentes personas y empresas están analizando en países distintos, tienen esa virtud reservada a unos pocos privilegiados, de ver la misma cosa desde un ángulo diferente: técnicamente podemos llamare “cambiar el ángulo de miras” para focalizar un problema y cómo solucionarlo, aunque también existe otro método llamado “evolutivo” que es partir de una idea preexistente para darle una “nueva cara” y especialmente nueva función.
Para ser más claros aún: cualquier conjunto vocal posterior o que haya coincidido durante la etapa de vida de los Beatles, es una evolución sobre la idea original de lo que los Beatles representaban.
Pero justamente lo que vengo a decir, es que la idea evolutiva no tiene por qué no tener éxito. Basta ver la cantidad de conjuntos vocales que en el último medio siglo han tenido éxito. La cuestión es que es posible partir de ideas preconcebidas, darles un aire de originalidad porque la idea que es evolutiva no tiene por qué dejar de ser auténtica. De esto se trata.