Unos días después de que los editores que forman parte del consorcio VG Media anunciaran que daban su consentimiento a Google para que volviera a incluir los resúmenes de sus noticias en el buscador de manera gratuita, se empiezan a conocer datos reveladores sobre la incidencia de esta medida en las audiencias.
Según informa Reuters, el tráfico que llegaba a las páginas webs de Axel Springer a través del buscador de Google se redujo un 40%, mientras que el procedente de Google News cayó hasta un 80% durante las dos semanas que la compañía eliminó las miniaturas y resúmenes de las informaciones.
Los editores alemanes mantienen una lucha con Google para conseguir que el buscador les ceda un 11% de los beneficios que generen sus contenidos si usa fragmentos de sus noticias. Google, por su parte, no está dispuesta a pagar nada a los medios, pues considera que el tráfico que deriva a sus webs ya ayuda a aumentar sus ingresos de forma significativa.
Mathias Doepfner, consejero delegado del grupo alemán, reconoció que, de haber perpetuado esta situación, la compañía se habría “sacado a sí misma del mercado”. La dependencia de Google les deja en una situación muy complicada ya que, por un lado, su influjo sobre las audiencias online es tan fuerte que no pueden resistirse a él pero, por otro, consideran que este experimento ha servido para reforzar la idea de que la compañía norteamericana ejerce un poder que va en contra de las leyes antimonopolio del país (acapara más del 90% del mercado de búsquedas en Alemania). Doepfner aprovechó la ocasión para pedir a los políticos y reguladores alemanes que tomen cartas en el asunto para limitar esa influencia.
Según la web “Gigaom”, la rectificación de Axel Springer coincide con la publicación de sus resultados financieros trimestrales, que muestran que sus beneficios siguen disminuyendo por la caída de los ingresos de la impresión y otras publicaciones.
En Google se muestran satisfechos de la decisión de Axel Springer y recuerdan que la compañía supone más de 500 millones de clics a los sitios web alemanes cada mes, además de los 1.000 millones en publicidad online que la compañía ha pagado a los editores del país en los últimos tres años.