El mejor diario del mundo despide a 100 periodistas y Bezos contrata a 100 en su primer año en la competencia

El famoso documento interno sobre la transición digital en el "New York Times”, considerado como un texto de lectura obligada en periodismo, venía a decir que la transición digital en el diario distaba bastante de ser ya un éxito. Los famosos 870.000 suscriptores de pago de la edición digital parecían un hito histórico, pero en realidad no suponían una fuente de ingresos providencial y además estaba dando muestras crecientes de haber alcanzado un techo. A final de 1999, los suscriptores de la edición de papel alcanzaban el 1,097 millones en la edición diaria y 1,68 millones el domingo. En estos años, la edición tradicional de papel ha perdido nada menos que 417.000 suscriptores de la edición diaria. Es evidente que, desde el punto de vista de la cuenta de resultados, los números no son tan halagüeños. Los 141 periodistas que ha contratado en los últimos 30 meses cuestan 12,5 millones de dólares al año, según especifica el experto Ken Doctor. Los 100 despedidos de ahora van a suponer un ahorro en torno a los 9 millones de dólares al año. Este cambio de signo pone de manifiesto que el “New York Times” necesita nuevas fuentes de ingreso y que su transición digital está lejos de llegar a la meta.

Jeff Bezos compró hace justo un año uno de los principales competidores del diario antes citado. Se hizo con el “Washington Post” por 250 millones de dólares. Ya entonces dijo que él no tenía la fórmula providencial para llevar a cabo con éxito la transición digital del “WP”. Durante este año, Bezos ha ido contracorriente: ha contratado a 100 nuevos periodistas, sin inmutarse por las pesadas pérdidas del diario de la capital americana. Bezos, el heterodoxo, ha hecho algo bastante ortodoxo para un editor, una mínima intervención en la marcha informativa del diario. Algunos están decepcionados porque Bezos, el inventor de Amazon, no ha alumbrado ninguna luz de transición digital para la prensa. “No tengo ningún mapa”, ha admitido Bezos “y el camino por delante no será fácil”. Muchos periodistas de todo el mundo estarían deseosos de volar en esa nave, aunque sea en la oscuridad, en busca del futuro.