El periodismo digital, ¿es de calidad? ¿Es confiable? Quienes fomentan esta polémica, que si bien comienza a apagarse con la aparición de portales de noticas de alto nivel, hecho que se suma a la diferenciación que hacen los lectores de estos sitios en relación a otros que no se sabe muy bien a quien responde, y menos aún se conocen sus criterios editoriales, recibieron otro duro golpe, y nada menos que de parte del Foro Económico de Davos. Según la organización, que reúne a los más destacados empresarios del planeta, los medios de comunicación digitales a nivel mundial gozan de mayor confianza que los medios tradicionales, conclusión que llegó tras un estudio realizado en 27 países.
Los datos publicados por el Barómetro de Confianza 2014 y que en América fueron realizados en Argentina, Brasil y México, revelaron que la gente confía más en los medios digitales y redes sociales que en la prensa, radio o televisión, tendencia que se manifiesta desde 2006, afirma Fielding Dupuy, experto en reputación corporativa.
El estudio asegura que un 79% de la población latinoamericana confía en los motores de búsqueda, frente a un 72% que confía en medios tradicionales. Además, un 62% de la gente confía en medios híbridos, es decir, que nacieron en su versión tradicional y migraron a una versión digital
El Barómetro de Confianza resalta que los datos de la encuesta en línea, hecha a cerca de 30 mil personas, muestran que el panorama de los medios de comunicación en general no es alentador. En efecto, Dupuy lo dice sin vueltas: “Cada año se reduce el nivel de confianza que la gente tiene en los medios tradicionales”.
El 80% de los países informaron que confían menos en los medios de comunicación con respecto al 2013. Los datos revelan una baja de alrededor de ocho puntos porcentuales en el índice de confianza.
Por otra parte, el Barómetro de Confianza deja otro dato importante: el 60% de la población de América Latina confía en las redes sociales. Para los expertos, esto se debe, entre otras cosas, a que estas redes permiten una mayor interacción de la gente con políticos, líderes de opinión, deportistas e incluso empresarios. Hoy, con una opinión pública tan activa en las redes sociales, los políticos y Gobiernos saben que están bajo el escrutinio permanente de la gente. Los ciudadanos reclaman, exigen. La inmediatez manda. La noticia en el papel envejece con la misma velocidad que se retroalimenta en el mundo digital.