Las firmas españolas Indra e Ibermática han probado que el voto electrónico es factible y seguro, pero la clase política no parece muy dispuesta, porque obligaría a cambios normativos importantes.
En Bélgica y Suiza el voto electrónico existe desde los años 90, y se ha utilizado con toda garantía en varios comicios. Incluso ha promovido mayor participación de los jóvenes, un sector de población muy abstencionista.
Indra e Ibermática han experimentado sus soluciones en ámbitos restringidos. Es el caso de las elecciones al Claustro de la Universidad
Nacional de Educación a Distancia (UNED), que Indra realizó exclusivamente de forma electrónica, tanto el sistema de voto como los procesos de escrutinio.
El consorcio Demotek (que tiene como socio a Ibermática) realizó las elecciones entre los socios del Athletic Club de Bilbao para elegir a su presidente. Todo funciono con normalidad.
El impulso de los políticos para realizar los cambios legislativos oportunos implantaría el voto electrónico. La Agencia de Protección de Datos asegura que es un avance pero que, quizás, no ha llegado aún el momento. Nadie quiere hablar del tema, es un tabú en medio de la implantación de la Administracion sin papeles, algo de lo que se vocea.