Después de una maratónica sesión que comenzó el martes al mediodía y se prolongó hasta el miércoles en la mañana, la Cámara de Diputados aprobó por abrumadora mayoría la letra chica de la reforma que ya había sido avalada por el Senado, y la envió al presidente Enrique Peña para su promulgación.
La ley obliga a la gigante de las telecomunicaciones América Móvil, que controla un 70 por ciento del mercado de telefonía móvil y la mayor parte del de telefonía fija, a compartir parte de su red con competidores y eliminar la tarifa de interconexión que cobra a rivales.
Además la fuerza a desbloquear equipos de telefonía móvil, acelera la portabilidad de números -que permite a usuarios migrar de proveedor llevándose su número- a no más de 24 horas y eliminará cargos como la larga distancia nacional.
Mientras los legisladores debatían el martes, América Móvil anunció un plan para vender activos y reducir su participación en el sector a menos de un 50 por ciento, lo que podría quitarle la etiqueta de jugador dominante y abrirle la puerta para proveer otros servicios que hoy no puede ofrecer.
"Aquí en el Congreso todavía no acabamos de discutir las reservas, nos faltan varias horas, pero apenas votamos en lo general y América Móvil ya sacó un comunicado", dijo durante el debate la diputada izquierdista Luisa María Alcalde, del opositor Movimiento Ciudadano.
El asesor jurídico del presidente Peña Nieto, Humberto Castillejos, dijo el miércoles que la firma continuará siendo considerada preponderante hasta que culmine el proceso de desincorporación, el cual deberá contar con el visto bueno del regulador del sector y no podrá afectar a los usuarios de menor capacidad económica.
El miércoles las acciones de América Móvil repuntaban a su mejor nivel desde mediados de febrero tras el anuncio.
La reforma también incluye obligaciones más estrictas para Televisa, del empresario Emilio Azcárraga, un rival de negocios de Slim. El gigante de medios ahora debe ofrecer sus contenidos nacionales de TV abierta sin costo a operadores de TV de paga y abrir partes de su infraestructura a otras televisoras.
Pero algunos analistas y legisladores opositores aseguran que hay elementos poco claros o controversiales en la ley que podrían permitir a Televisa seguir su expansión en algunos mercados como la televisión de paga, al punto de que bautizaron la iniciativa como la "Ley Televisa".
Televisa, que tiene más de 60 por ciento de la audiencia de la televisión abierta de México y también es el mayor operador de TV de paga, es acusada de ser un poder hegemónico en televisión.
Castillejos dijo que bajo la nueva ley el regulador debe determinar si en ese mercado existe un agente con poder sustancial.
Televisa dijo el lunes que la reforma ya golpeó sus ventas de señales de televisión a otros operadores en el segundo trimestre, por la obligación de dar sus contenidos gratuitamente a las llamadas "cableras".
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