Sin embargo, es conveniente no olvidar que debemos realizar siempre estas compras on line en un entorno confiable y seguro para evitar fraudes y vernos inmersos en desagradables situaciones, como ser posibles víctimas de estafadores de la red o que usurpen y suplanten nuestra identidad digital por habernos expuesto, innecesariamente, en un entorno inseguro.
Por ello, debemos exigirnos a nosotros mismos no operar en portales de e-commerce que no cuenten con un sello de confianza on line o garantías similares.
Asimismo, tenemos que tener muy presente que en los procesos de transacciones del comercio electrónico, además del usuario-comprador, hay otros agentes participantes: el portal que vende a través del sistema e-commerce, el proveedor de este sistema y las entidades financieras.
Y es a ellos, a quienes debemos exigirles las máximas garantías de calidad, confidencialidad y seguridad en las transacciones realizadas, muy especialmente, en los medios de pago electrónicos que utilizan. En caso contrario, lo mejor es abstenerse y no utilizarlos.
Igualmente, si estamos en el lado del mostrador digital y somos una empresa que opera y vende sus productos o servicios en la red, debemos ser conscientes que es nuestra obligación ética y profesional garantizar esta doble confianza a nuestros clientes, además de la nuestra propia, evitando comprometer nuestra reputación y credibilidad.
Pero ¿Cómo podemos identificar el grado de confianza que nos ofrece un portal de e-commerce?
Una de las medidas o procedimientos más seguros es que la realización de este proceso de compra, a través del e-commerce, se realice utilizando un sólido y robusto sistema de firma digital, estructurada según los parámetros de la criptografía asimétrica. Éste es, sin duda, uno de los procedimientos más seguros para minimizar los riesgos en las operaciones e incrementar la seguridad.
La firma digital segura, basada en el uso de certificados digitales, proporciona entre otras ventajas: operar en un entorno confiable, rapidez en el proceso de compra, identificación del comprador para evitar la suplantación de la identidad digital, autenticación e integridad del proceso sin que se hagan alteraciones fraudulentas, el no repudio de la firma, ser auditable y otorgar validez legal y jurídica al proceso, entre otras muchas ventajas.
En una sociedad digital avanzada, cualquier país del mundo que abogue por una tecnología confiable para garantizar la seguridad, apostará por adoptar medidas vinculadas al uso del cifrado simétrico o asimétrico con el objeto de propiciar la seguridad del desarrollo de los sistemas e-commerce.
Tan solo tenemos que ver las diferentes Leyes sobre comercio electrónico de los distintos países para cerciorarnos de lo anteriormente expuesto.
A título de ejemplo, recientemente, hemos visto que en Paraguay se ha aprobado la Ley sobre Comercio Electrónico con el objeto de regular y dotar de seguridad el proceso de venta online Esta Ley está regulada por la Dirección General de Firma Digital y Comercio Electrónico, organismo dependiente del Vice Ministerio de Comercio estatal, y cuya protección se orienta tanto hacia el usuario final como hacia los proveedores de servicios de e-commerce.
Aunque no es mi objetivo en este post entrar en comparaciones entre países, reguladores y normas en lo referente a la seguridad en el comercio electrónico, sí que es justo felicitar a Paraguay por ese primer e importante paso que pone de relieve el esfuerzo e interés de dicho país por avanzar hacia la regulación del comercio electrónico.
En mi opinión, se trata de un primer paso que deberá de ser reforzado, a corto plazo o medio plazo, para dotarle de mayor protección.
Sin embargo, lo verdaderamente importante es que cada día más países y usuarios estemos sensibilizados de:
- Que no todos los portales habilitados para realizar compras o transacciones on line cumplen con los requerimientos necesarios para operar de forma segura.
- Que exponer nuestros datos a la hora de realizar operaciones de compra u otras transacciones, en portales no seguros, implica un alto riesgo tanto para nuestra identidad como para nuestra cuenta corriente.
- Que nuestra exposición en un portal sin un sello de confianza, puede convertirnos en victimas de una suplantación de identidad y de un posible fraude o extorsión.
Que por todo ello, es necesario proteger nuestro ADN digital, siguiendo las siguientes recomendaciones:
“Aprovechar la tecnología y sus múltiples ventajas no tiene por qué suponer un daño para nuestra vida, siempre y cuando evitemos riesgos innecesarios”.
“Debemos de acostumbrarnos a evaluar los riesgos para evitar estar expuestos”
“No debemos exponernos ni operar en portales en lo que no se nos garantice la protección de nuestros datos y de nuestra identidad “