Los datos estaban siendo espectaculares. Según datos que publica “Bloomberg Businessweek” Apple ha vendido más de 210 millones de iPads desde su lanzamiento, el doble que de iPhones, un éxito que se ha producido de forma rápida, alentando a los creadores de contenidos a ofrecer productos para ser consumidos en este dispositivo.
Sin embargo, esa racha ascendente parece haber llegado a su fin. Aunque era previsible que se produjera una desaceleración en las ventas, lo cierto es que ha tenido lugar antes de lo que se pensaba. Las ventas del iPad han caído una sexta parte en el último trimestre con respecto al mismo período del año anterior y Microsoft anunció que los ingresos de su tableta Surface se redujeron un 40% tras la temporada de vacaciones. A nivel global, a pesar de que las ventas aumentaron un 19% en el primer trimestre debido a la proliferación de modelos baratos procedentes de mercados emergentes, es un crecimiento escaso en comparación con el 83% de 2013 o más del 100% en 2012 y 2011.
Estos datos no son nada alentadores ya que, según Horace Dediu, fundador de Asymco, sólo un 40% de estadounidenses son propietarios de una tableta. En cambio, la desaceleración de otros productos de electrónica de consumo ha tenido lugar cuando al menos la mitad del mercado poseía ese dispositivo.
La explicación a esta inesperada bajada en las ventas se encuentra en la fidelidad demostrada por los usuarios a los precipitadamente enterrados ordenadores personales y su preferencia por las pantallas grandes, ya sean para el pc o el smartphone, informa “INMA”.
La tableta se encuentra en estos momentos en tierra de nadie. Los usuarios eligen el pc para consumir contenidos en alta definición cuando están en casa o para escribir largos informes y hacer presentaciones en el trabajo, mientras que el smartphone es el preferido durante los desplazamientos. Los usuarios no acaban de ver claro el papel de unas tabletas que no están pudiendo competir con la ubicuidad del móvil y su punto fuerte, su mayor tamaño, se está contrarrestando con la creciente oferta de móviles que superan las 5 pulgadas. En cuanto al pc, Jean-Louis Gassée, ejecutivo de Apple en los 80, reconoce que se siente frustrado al no haber conseguido dotar al iPad de un sistema de archivo para guardar documentos.
Los editores, que tenían puestas todas sus esperanzas en las tabletas, ven cómo se estancan las ventas de contenidos destinados a ser consumidos en estos dispositivos. Los usuarios no las están usando para leer noticias, sino para jugar a juegos y ver vídeos (Dediu asegura que es el televisor de Asia). Si las compañías quieren estar en aquellas plataformas que el consumidor está usando, deberán concentrar buena parte de sus recursos a crear contenidos para móviles y lanzarse al mercado de las aplicaciones de escritorio.
Para calmar un poco este pesimismo creciente, algunos expertos ya se han apresurado a señalar que la venta de tabletas se acelerará de nuevo pronto. Ben Bajarin, de la consultoría Creative Strategies, reconoce que las tabletas se encuentran en un punto de inflexión en el que las ventas se están estabilizando, pero no considera que se pueda hablar de desaceleración a largo plazo. Una misma tableta, a diferencia del teléfono móvil, es usada por varios miembros de una familia, por lo que es normal que se frenen las ventas. En su opinión, el crecimiento de la industria pasa por la potenciación de dispositivos que superen las 10 pulgadas, frente a las de 7’ que no ofrecen una gran ventaja respecto a los móviles de pantalla grande o phablets. El otro punto clave será la conectividad. El desarrollo de tabletas que no dependan del wifi, sino que se les pueda aplicar un plan de datos, aumentaría su consumo.
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