¿Es riesgoso el nivel de concentración que ha alcanzado el Grupo El Comercio, luego de la compra de Epensa? ¿Es posible hablar de sustitutos perfectos en el mercado de medios de comunicación? ¿Es necesario establecer una regulación para la concentración de medios en el Perú? ¿Qué nos dice la experiencia internacional?
PODER estuvo presente en este debate y les trae un recuento de los temas más controversiales. Vayamos primero al resumen de las principales conclusiones del estudio y luego al debate. Concéntrese.
La investigación de Jorge Fernández-Baca, ex presidente del Tribunal de Defensa de la Competencia y dela Propiedad Intelectualdel Indecopi y ex director del Centro de Investigación de la Universidad del Pacífico (CIUP), encuentra que existe una tendencia hacia la concentración en los mercados de periódicos en todo el mundo, la cual tiene su origen en el fenómeno de la “espiral de la circulación”. Para entenderlo primero hay que recordar que los medios escritos son un negocio con la característica particular de que venden dos productos de manera simultánea: ejemplares y publicidad. La espiral consiste en que cuanto más alta es la circulación de un periódico, mayor es la demanda de publicidad, y cuanto mayor es la publicidad, su circulación será también más elevada. ¿Por qué esta última relación? Fernández-Baca explica que está bien estudiada a nivel mundial y se fundamenta en que, en la medida que más publicidad permite cubrir una parte mayor de los costos fijos, la capacidad de un grupo para aplicar subsidios cruzados para el lanzamiento de nuevos productos aumenta. Con la adquisición de Epensa, el Grupo El Comercio pasa a controlar el 78% de los ingresos por publicidad de todos los periódicos del país y esta fuente de ingresos le permite financiar el 60% de sus costos de impresión.
De otro lado, el estudio encuentra que todos los países industrializados cuentan con políticas para evitar concentraciones excesivas de mercado. La mayoría aplica reglas de carácter general, basadas en el Índice Hirchsman-Herfindahl (IHH), las cuales prohíben una adquisición o una fusión cuando el mercado es altamente concentrado (IHH alto), o cuando se genera un aumento considerable en el IHH en un mercado moderadamente concentrado. En el caso peruano, el estudio concluye que en todas las regiones, con excepción del norte, hay mercados altamente concentrados, de acuerdo con el IHH. La compra de Epensa por parte del Grupo El Comercio le va a permitir controlar más del 50% de la venta de periódicos en todas las regiones, y más del 80% en Lima y la región del centro. “Los índices IHH de Lima y las regiones centro, sur y oriente harían inaceptable cualquier fusión en Estados Unidos yla Unión Europea.En el caso de la región norte, el aumento en el índice IHH también sería considerado inaceptable”, concluye el estudio.
Como resultado de esta posición dominante en la circulación de periódicos, señala que el Grupo El Comercio podrá captar mayores ingresos por publicidad, lo que le permitirá aumentar el porcentaje de subsidios a sus periódicos y hará inviable la expansión de diarios competidores que tienen que cubrir no menos del 70% de sus costos con el precio de tapa. Sin embargo, el mayor daño lo sufrirán los potenciales entrantes, puesto que les será mucho más difícil conseguir publicidad con un bajo tiraje en un mercado con un claro dominador, y competir con una empresa que puede subsidiar más de la mitad de sus costos de impresión.
Finalmente, afirma que la ausencia de una política de control de fusiones traerá como resultado una concentración peligrosa en la industria de periódicos, la misma que hará imposible la pluralidad de opiniones y, en especial, la de los grupos minoritarios o de aquellos que no coincidan con la del Grupo El Comercio o de las empresas que financian la publicidad de dicho periódico.
Vamos ahora a los puntos más debatidos luego de la presentación.
Regular o no regular
Este debate trajo a colación otra realidad de la economía peruana: existen altos niveles de concentración de una o pocas empresas en varios sectores económicos. ¿Debe crearse una regulación especial para poner límites a la propiedad en los medios escritos (ya existe para la radio y la televisión)? ¿Deberíamos considerar más bien una ley para controlar el proceso de adquisiciones y fusiones en general? ¿O deberíamos tan solo mantener la regulación para el abuso de posición de dominio que existe actualmente?
Fernández-Baca señala que en estos temas no hay respuestas definitivas y que por ello resulta útil basarse en la experiencia de otros países. Según detalla el estudio, en Estados Unidos existe una ley antimonopólica desde 1890. No tienen una regulación especial para los periódicos, con excepción de la prohibición que ha establecidola Federal CommunicationsCommission (FCC) respecto de que un periódico no puede adquirir una estación de radio o de televisión dentro del mismo mercado. Sin embargo, cualquier adquisición o integración de empresas debe cumplir los lineamientos de las fusiones horizontales, establecidas por el Departamento de Justicia y el Federal Trade Commission.
En el caso de los países europeos la situación es similar, con excepción de Italia y Francia, que tienen leyes especiales para la industria de los periódicos con la finalidad de garantizar el pluralismo. Italia tiene una Ley de Prensa promulgada en 1981 según la cual ninguna entidad puede controlar periódicos que en conjunto representen más del 20% del tiraje total de los diarios de circulación nacional, o el 50% de la circulación de los diarios publicados en cualquiera de las cuatro áreas geográficas del país (noroeste, noreste, centro y sur).
En Francia está prohibido operar o controlar un diario o grupo de diarios que contengan noticias políticas o de carácter general cuyo tiraje exceda el 30% de la circulación total del mismo tipo de diarios dentro del país. Por otro lado, las entidades o individuos que residen fuera dela Unión Europeano pueden controlar más del 20% del capital de un diario.
En Gran Bretaña no se puede controlar de manera directa o indirecta una licencia de televisión en el ámbito regional si también se controla uno o más periódicos de circulación nacional con un tiraje de 20% o más en la circulación total. Del mismo modo, el titular de una licencia de televisión regional no puede tener una participación de 20% o más en una entidad que controla uno o más periódicos de circulación nacional con una participación de 20% o más en el total.
En América Latina, todas las leyes antimonopólicas comenzaron casi junto con el Perú, en los noventa. Chile es el único que tiene una ley de fusiones. En el caso peruano, cuando se creó Indecopi en 1992, se optó por no implementar un control de fusiones y adquisiciones ex ante; se prefirió establecer un control ex post, es decir, regular el abuso de posición de dominio mas no la concentración en sí misma. ¿Por qué? El argumento fue que éramos un país que necesitaba atraer inversión privada, y que la excesiva regulación podía frenar ese proceso. ¿Sigue siendo un argumento válido hoy en día? ¿Existen otros? Vayamos al debate.
En términos estrictamente económicos, ¿dónde radica la diferencia conceptual entre regular y no regular las fusiones o las compras? ¿Cuáles son los riesgos de cada una de esas opciones? Enzo Defilippi, socio de Intelfin y docente dela UP, indica que la economía ha avanzado tanto en el último siglo que un economista de 1914 no la reconocería. Entonces se creía que los mercados libres llevaban tarde o temprano a una colusión. Ahora sabemos, gracias a los trabajos de George Stigler, que en un mercado libre es mucho más probable que se produzca una feroz competencia que una colusión.
También sabemos que a menos que las barreras de entrada a un mercado sean sustancialmente altas, ninguna fusión puede generar efectos negativos en el bienestar de los consumidores. ¿Por qué? Porque si la empresa fusionada decide incrementar los precios para aprovechar su situación, el mayor margen atraería a nuevos competidores. Esto quiere decir que el grado de concentración es irrelevante cuando las barreras a la entrada son reducidas. “Si estos controles se mantienen hasta hoy es porque la idea de que el Estado controla los mercados es una ilusión compartida por muchos, y pocos gobiernos están dispuestos a pagar el costo político de proponer su eliminación”, afirma.
¿Son las barreras de entrada reducidas para los medios escritos? Si bien es cierto que en teoría cualquiera puede lanzar un diario, un mercado tan concentrado como el peruano, ¿genera barreras de entrada para nuevos actores? ¿Qué dice el estudio? Con economías de escala y con efectos de red, no solo habría una tendencia a que todos los periódicos estén en manos de un solo propietario, sino que cada vez se haría más difícil el ingreso de un nuevo competidor.
Para Fernando González Vigil, investigador de la Universidad del Pacífico, los otros diarios (actuales o entrantes) “son jugadores en el margen, que finalmente no forman parte del mismo tramo del mercado. Están en la misma industria, pero no son lo mismo. Hay una tendencia que el propio mercado te muestra a las compras atadas, a los servicios atados”.
Volviendo a la necesidad de establecer un control de fusiones y adquisiciones, Defilippi afirma que al prohibir injustificadamente una fusión, el Estado estaría impidiendo que las empresas involucradas aprovechen economías de escala y eliminen costos innecesarios. Ello perjudicaría a los consumidores, ya que dejarían de disfrutar de una mayor variedad de productos a precios más reducidos.
César Guadalupe, sociólogo, docente e investigador, considera que el debate tiene que incorporar las características de los mercados en el Perú. Para él, además de que en diversos ámbitos tiende a haber concentración, incluso en situaciones donde no hay abuso se producen equilibrios de mercado que no son necesariamente deseables.
¿Son los medios un mercado como cualquier otro?
César Guadalupe apunta que no todo lo que es mercado se limita al mercado. Más allá de la discusión económica sobre la concentración, hay otras consideraciones que pueden ser, en algunos casos, mucho más importantes. Los medios operan en un área (la información pública, la creación de opinión) que toca derechos fundamentales de las personas. En este sentido, así el mercado funcionara de manera óptima, la pregunta a hacerse es si la situación creada atenta o puede atentar contra derechos civiles, y, de ser así, si las decisiones de política deben ir más allá de un análisis empresarial y económico.
Este punto nos lleva al cuestionamiento sobre si el control de fusiones y adquisiciones, o poner límites al crecimiento de un grupo que es consecuencia de una buena gestión empresarial (como es el caso del Grupo El Comercio), implica castigar su éxito. Fernández-Baca responde que por más que el crecimiento pueda deberse a una gestión exitosa, la concentración derivada de él puede ir en contra del interés general. Plantea un ejemplo cotidiano para entender la importancia del interés público frente al privado. Si a una persona le comienza a ir bien y decide construir un segundo piso para su casa, y luego le sigue yendo bien y decide ya no solo construir un tercer piso, sino un edificio de veinte pisos en una zona residencial, ¿su éxito individual le debe permitir hacerlo así atente contra sus vecinos? “Siempre llega un momento en el cual tu crecimiento puede perjudicar a los demás” señala.
Para Defilippi, lo que representa un verdadero peligro para la libertad de expresión es darle al Gobierno un mecanismo que le permita intervenir en decisiones de inversión de los medios de prensa.
Se pregunta si algunos medios serían tan críticos del Gobierno si dependiesen de su voluntad para operar. Responde que evidentemente no. Para él, basta con observar lo que está ocurriendo en Venezuela y Argentina.
Guadalupe apunta que es cierto que la democracia no se lleva bien con la concentración de poder, pero de cualquier tipo, ya sea pública o privada.
Que siga el debate.
Versión resumida de artículo publicado en PODER, 24 de febrero del 2014
Monopolio versus oligopolio
Si la compra de las acciones de Epensa la hubiera realizado el Grupo La República, su participación en provincias habría sido mayor que la del Grupo El Comercio (62,1% según el informe de portada de PODER de octubre del año pasado), y se hubiera formado un duopolio. ¿Era este un mejor escenario, en términos de concentración de mercado? Fernández-Baca responde: “Una autoridad en Estados Unidos o Europa tampoco hubiera aprobado una compra de Epensa por parte deLa República. Habríapuesto condiciones".