“Lloyd’s List”, el líder informativo del transporte marítimo mundial, dijo adiós a su versión impresa el 20 de diciembre, tras 279 años de historia. El periódico tomó esta decisión tras realizar una encuesta en la que el 97% de sus lectores aseguraron que preferían acceder a la información online y que sólo 25 personas accedían exclusivamente a la versión impresa.
Su editor, Richard Meade, ha concedido una entrevista a “The Media Briefing” en la que explica qué ha supuesto para su negocio el traslado de todos sus contenidos a la red y cómo se ha adaptado cada actor a esta nueva situación.
Meade afirma que la conversión digital ha traído consigo dos cambios significativos respecto al papel: el sitio web se actualiza durante todo el día, por lo que carece de un número de edición y los suscriptores reciben a diario en su email el top 10 de las noticias más importantes de la jornada, un artículo de análisis, datos sobre los mercados, etc.
El editor señala que la inmensa mayoría de su público ha acogido con agrado este cambio. Pero pensando en aquellos abonados que añoran el periódico tradicional, han creado un PDF con un resumen de las noticias más importantes del día para que puedan imprimirlo.
Una de las características de Internet es la posibilidad de ofrecer contenidos de forma inmediata. Mientras que Europa fue el centro neurálgico de su actividad, en los últimos años “Lloyd’s List” debía dar cobertura a los lectores de Asia y EE.UU. Con el producto impreso, esos lectores tenían acceso a las noticias sobre los mercados con bastante retraso debido a los problemas que acarreaba la distribución. La versión digital ha conseguido atraer fundamentalmente a estos clientes, que conocen así esas informaciones puntualmente.
Su modelo de negocio también ha cambiado considerablemente. En la actualidad, sus ingresos proceden en un 70% de las suscripciones y el resto de la publicidad digital, que incluye anuncios de banner, publicidad nativa, mesas redondas patrocinadas, seminarios virtuales y campañas publicitarias cada vez más sofisticadas. Hace cuatro o cinco años, el porcentaje era de 60/65% de ingresos por publicidad impresa y el resto proveniente de las suscripciones.
Aunque han conseguido disminuir su dependencia de la publicidad, consideran que las posibilidades que ahora ofrece su versión digital son mucho más atractivas para los anunciantes, ya que pueden conocer cuántas personas están accediendo a su anuncio, en qué momento lo hacen y durante cuánto tiempo.
En resumen, para Meade, a la hora de lanzar un producto digital hay que tener en cuenta que el acceso a la información se realiza de forma más rápida y barata que en otros lugares. Por lo tanto, para que la gente quiera pagar más de 2.000 euros por la suscripción, es necesario aportar valor a los contenidos, proporcionando informaciones únicas que la gente necesita para tomar decisiones en sus negocios, impulsar un periodismo de datos y crear un diseño web adaptable a todo tipo de dispositivos.
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