La nueva generación de periodistas no solo son escritores, sino que la nueva era digital les obliga a ser vendedores de su propio producto. Troy Young, presidente de Hearst, explica que el tráfico es una recompensa en todos los sentidos porque da credibilidad al medio. Sin embargo, las cifras de las páginas vistas no deben condicionar la labor editorial de los profesionales de la comunicación. "Cuando los escritores ponen todo su empeño en perseguir el tráfico, pueden terminar escribiendo sobre temas que dañen a la marca".
"El reto como periodista es no sacrificar los principios éticos para conseguir un mayor número de clicks", explica Amy Schmitz Weiss, profesor de la Facultad de Ciencias de la Información de la Universidad Estatal de San Diego. "Si la historia está bien escrita, tiene información sólida y es una pieza de calidad, será más natural que capte la atención del público. El enfoque no debe centrarse en la cantidad de tráfico que puede generar, sino en de qué forma esta historia puede involucrar a un mayor número de usuarios en la conversación sobre este tema".
Por su parte, BuzzFeed no sigue una política de bonificaciones por tráfico. Según su director, Ben Smith, "los periodistas son conscientes de que tienen que llegar a los lectores. Así es como funciona Internet. Pero no hay que centrarse en un único tema que atraiga al público, porque todos los temas tienen sus lectores y el objetivo debe ser llegar a la mayor parte de público posible". Para ayudar a su equipo, BuzzFeed tiene una aplicación interna mediante la que los periodistas pueden consultar la popularidad de los textos publicados en la web.