La Comisión Europea ha abierto un procedimiento antimonopolio para examinar con lupa los acuerdos de licencia de emisión de películas realizados entre los principales estudios de cine estadounidenses y las televisiones europeas. La investigación se realizará sobre los acuerdos firmados entre Twentieth Century Fox , Warner Bros, Sony Pictures, NBCUniversal y Paramount Pictures con los mayores radiodifusores europeos de televisión de pago, como BSkyB del Reino Unido, Canal Plus de Francia, Sky Italia de Italia, Sky Deutschland de Alemania y DTS de España.
La Comisión investiga si los contratos firmados entre los majors estadounidenses y las cadenas europeas de televisión por satélite de pago incumplirían la legislación europea antimonopolio, al obligar a las cadenas de televisiones a emitir las películas solo en su territorio. De esta forma, un cliente de DTS que viviera en Francia, por ejemplo, no podría acceder a las películas que los majors estadounidenses hayan contratado con DTS para ser emitidas solo en España. Los ejemplos se repetirían en acuerdos firmados con canales de pago emitidos por Internet, algo contra natura en el siglo XXI.
Los majors estadounidenses imponen cláusulas muy restrictivas al vender la licencia de emisión de sus contenidos audiovisuales a las televisiones, tanto las gratuitas como las de pago, y cobran cantidades diferentes en función de la franja horaria, el día y el territorio para el que vayan a vender la licencia de emisión de esos contenidos. Los acuerdos referidos a las emisiones de exclusividad territorial constituirían una infracción de las normas antimonopolio de la UE que prohíben los acuerdos anticompetitivos (artículo 101 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea). Las películas así contratadas no pueden verse fuera del Estado miembro determinado, una situación con la que Joaquín Almunia, comisario de la Competencia de la Comisión Europea quiere terminar por ir en contra de la Europa sin fronteras.