Google no quiere quedarse atrás en la carrera tecnológica. Tras el anuncio de Jeff Bezos, CEO de Amazon, de incorporar drones a su servicio de mensajería, el ingeniero de Google, Andy Rubin, acaba de conceder una entrevista a “The New York Times” en la que ha confesado que trabaja en la fabricación de robots.
Tras desarrollar el sistema Android, Rubin y su equipo forman parte de un ambicioso proyecto para crear una nueva generación de humanoides. El ingeniero ha reconocido que durante este año, Google ha adquirido siete empresas de tecnología para avanzar en su pretensión de robotizar varios sectores. Entre ellas se encuentran firmas estadounidenses y japonesas del sector de la inteligencia artificial, que desarrollan robots con aspecto humano, sistemas de visión, brazos mecánicos, cámaras robóticas o el diseño de ruedas de alta tecnología, entre otras.
Aunque la compañía aún no quiere dar pistas sobre cuáles son sus planes concretos, la magnitud de la inversión sugiere que Google se ha tomado este proyecto como un gran reto. Lo que sí parece claro es que, por ahora, los robots no estarán dirigidos a los consumidores, sino que se utilizarían para automatizar la cadena de suministro, desde la fabricación al transporte o la entrega a domicilio.
El servicio experimental Google Shopping, que ya permite la entrega en los hogares de diferentes productos en el mismo día, podría beneficiarse del desarrollo de la robótica y competir con empresas como Amazon, con un plan más realista que el de los drones mensajeros anunciado por Bezos.
Andy Rubin es un experto en robótica que ya trabajó en este campo en la empresa alemana Carl Zeiss. Ahora intenta que sus máquinas inteligentes respondan a la visión del cofundador de Google, Larry Page, que considera que la tecnología debe estar enfocada a ejecutar trabajos que resulten monótonos y repetitivos para los humanos.
Rubin abandonó este año su cargo de jefe de la división de smarphones Android de Google porque consideraba que, tras más de una década reflexionando sobre la posibilidad de realizar un esfuerzo comercial en el campo de la robótica, en estos momentos la tecnología existente ha madurado lo suficiente como para poder plantearse su comercialización. Pero también reconoció que “necesitamos suficiente pista de aterrizaje y una visión a diez años”, ya que aún se requieren avances en áreas como el software o los sensores. En cambio, los problemas relacionados con la movilidad de los humanoides en manos y brazos ya se habría resuelto.