El contrato de venta de la división de Devices & Services aprobado por la junta de accionistas de Nokia en Helsinki el pasado martes contempla el paso de los 32.000 empleados de la división a Microsoft. Las cosas no son tan sencillas, el contrato no detalla lo que pasará después con ellos, y ¿en cuantas compras se han quedado todos los empleados de la empresa adquirida?
Fuera del equipo de I+D de terminales de Nokia, la auténtica joya de la corona junto con los cientos de miles de patentes, Microsoft debería hacer auténticos juegos malabares para recolocar a 32.000 personas en sus oficinas. Será engordar en un tercio su plantilla de 93.000 empleados. Además, a Microsoft podría no interesarle la distribución de la plantilla de Nokia: solo en Finlandia tiene 4.700 empleados, y tiene a otros 18.300 trabajando en fábricas, ensamblaje y empaquetado.
Las oficinas comerciales, la práctica totalidad, son el menor de los problemas. La española tiene unos 60 trabajadores, y una decena pertenecen a Here, la antigua Navteq. Nokia no desaparece, continuará con los negocios de redes de telecomunicaciones (Nokia Solutions & Networks) mapas digitales y desarrollos de geolocalización (Here) y la gestión de su gran cartera de patentes de telefonía móvil, de la que Microsoft disfrutará durante diez años. HERE ofrece mapas para la vida diaria en más de 190 países, navegación guiada por voz en 95 países en más de 50 idiomas e información de tráfico en tiempo real en 35 países, basados en una experiencia de más de 25 años en cartografía.
Los 5.000 accionistas asistentes a la asamblea en Helsinki aprobaron la venta de la división de móviles por 5.440 millones de euros. Lo aceptaron como mal menor, pero algunos criticaron duramente al anterior CEO, el canadiense Stephen Elop, al que acusan de haber trabajado en todo momento para Microsoft. El dulce que alivió la decisión fue la promesa del CEO en funciones, Risto Siilasmaa, de que una parte de los ingresos de la venta serán repartidos entre los pequeños inversores finlandeses, dolidos por la desaparición de una empresa que es todo un símbolo nacional.
Nokia sigue siendo el segundo fabricante de móviles del mundo con un 13,8% de cuota del mercado mundial, y tras Samsung que tiene una cuota del 25,7%. En sus buenos tiempos, Nokia llegó a tener el 40% del mercado mundial y la mitad del español.
La venta de Nokia incluye todos los activos relacionados con el diseño y fabricación de móviles básicos y terminales inteligentes por 3.790 millones de euros, incluidas las fábricas, los centros de I+D y el trasvase de los 32.000 empleados a Microsoft. Al mismo tiempo Nokia cede a Microsoft una licencia no exclusiva para la utilización de sus patentes de telefonía móvil durante diez años por 1.650 millones, con opción a cesión definitiva.
La operación no se formalizará hasta el primer trimestre de 2014, una vez que las autoridades de la competencia de la Unión Europea y de Estados Unidos den el visto bueno definitivo, cuando comprueben que no se produce una posición de dominio por parte de Microsoft y no se vulneran las reglas de competencia en los mercados europeo y norteamericano. Después se sabrá, finalmente, lo que sucede con todos los empleados del antiguo líder absoluto mundial de móviles.
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