Los economistas del Banco Mundial afirman que de mantenerse la tasa actual del crecimiento del PIB de los países en desarrollo durante los próximos 7 años, la pobreza bajará entonces de los 10 puntos. Esto es casi temerario, ya que no sabemos qué ocurrirá en un período, que hoy por hoy para la economía mundial, es excesivamente largo, además de que quede exenta –cosa poco probable- de la influencia de guerras, catástrofes naturales como la de estos días en Filipinas y otras calamidades. Cualquier hecho extraordinario puede afectar estas previsiones.
También para octubre, pero de 2012, el secretario general de Naciones Unidas, Ban KI-moon adviertía: la austeridad impuesta en la Unión Europea, amenaza las medidas de lucha contra la pobreza
Como la famosa obra de Milan Kundera “La insoportable levedad del ser” en el que plantea un problema existencial en escenas de la vida cotidiana, he cogido el título de esta novela, para resaltar lo que debe ser INSOPORTABLE para el mundo desarrollado, libre y democrático: QUE SIGA EXISTIENDO POBREZA. Lo que dijo oportunamente Ban Ki-moon tiene, lamentablemente, plena vigencia, y tienen que escuchar esta voz de socorro los países ricos y donantes. Porque al igual que Kundera, el liderazgo mundial ya adolece de un problema existencial.
El Secretario General siempre ha sostenido que la pobreza es fácil de denunciar, pero difícil de combatir. La evidencia así lo demuestra. Los objetivos del Milenio deben ser revisados y sumar esfuerzos para que se cumpla, al menos, la mayor parte de ellos.
Porque los datos son escalofriantes:
- 25.000 personas mueren todos los días en el mundo como consecuencia del hambre y la pobreza, cifra estimada por la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
- 6 millones de niños menores de 5 años muertos por año. Esto equivale a 16.438 niños por día, o sea que aproximadamente cada 5 segundos muere un niño menor de 5 años.
- Más de 1.000 millones de personas viven actualmente en la pobreza extrema (menos de un dólar al día). El 70% de esa población son mujeres.
Además, hacemos nuestras las palabras del secretario general, de que todos los hombres y mujeres que padecen hambre, penurias e indignidad necesitan algo más que palabras de consuelo; necesitan apoyo concreto.
Cuando en 2012 afirmaba que “Existe en el mundo desarrollado un clima de austeridad económica en muchos países, en un momento en que los gobiernos se debaten para equilibrar sus presupuestos, por lo que la financiación de las medidas de lucha contra la pobreza corre peligro”, lo hacía en clara referencia a la UE.
La UE no puede escudarse en la austeridad porque los líderes europeos ven únicamente la sombra de una crisis que no da tregua a Europa y le condiciona a crecimientos exiguos del PIB. Pero eso no les exime, precisamente en estos momentos, de proporcionar a los pobres el acceso a los servicios sociales, la seguridad económica, el trabajo decente y la protección social. Sólo entonces se podrán construir sociedades más fuertes y prósperas y no equilibrando los presupuestos a expensas de los pobres.
Es que las limitaciones al crecimiento impuestas por la obsesión de la austeridad propiciada por el norte rico europeo, terminarán afectando directa o indirectamente al mundo pobre, no solamente los países mediterráneos.
Desde un liderazgo mundial un poco apagado, hay que seguir luchando para romper con el obsceno círculo de la injusticia distributiva, que como se sabe, es el impulsor de lo que se llama “círculo de la pobreza”, que viene a significar, que los pobres son cada día más pobres.
Si los líderes políticos mundiales se siguen obsesionando con el déficit y no trabajen con seriedad y firmeza en políticas de crecimiento, el nivel de vida perdido que aún se puede recuperar aunque se tarde unos años, podría malograrse si se mantienen estas estadísticas vergonzantes que soportan ya más de mil millones de personas en el mundo (los que corresponden a la pobreza extrema), pero son unos 2.500 millones (1.500 millones estarían un poco por encima del umbral de la pobreza) los que habría en 2015 según estimaciones del Banco Mundial.
El sistema económico mundial como ha funcionado hasta ahora, no solamente ha generado el terrible problema al que nos estamos enfrentando en Europa, especialmente los países más expuestos, sino ha sido incapaz de terminar con la pobreza extrema.
No hablamos de países en desarrollo que ya están teniendo algunos beneficios de políticas sociales y económicas adecuadas; estamos denunciando el absoluto fracaso por erradicar los POBRES QUE VIVEN EN LA MÁS PAUPÉRRIMAS DE LAS SITUACIONES POSIBLES, de los cuales aproximadamente el 70% SON MUJERES.
Es un hecho en sí mismo inmoral e injusto.
No es suficiente la ausencia de guerra y violencia para que exista paz…Lo que no puede existir es la AUSENCIA DE JUSTICIA SOCIAL Y DISTRIBUTIVA.
Si (
No(
