¿Cómo puede aprovechar la industria los nuevos dispositivos técnicos y la capacidad de comunicación con los lectores que ofrecen las redes sociales? A esta pregunta intentaron responder los responsables de algunos de los mayores grupos editoriales de España en el Congreso sobre el Libro Electrónico de Barbastro.
Arantxa Mellado, de Actualidad Editorial, quiso comenzar la conferencia recordando que la promoción online es un terreno en el que Estados Unidos, la primera potencia mundial, nos lleva mucha ventaja. Algunas de las prácticas que están llevando a cabo, como firmas de libros a través de la red, pueden ser una buena nueva fórmula de marketing digital.
Otra iniciativa que ya está empezando a imponerse en España es la de la creación de comunidades para que el libro digital se redirija a un público determinado. “Planetadelibros.com” está llevando a cabo este tipo de estrategia desde hace tiempo. Su objetivo es definir temáticas para clasificar los libros y crear comunidades gestionadas por expertos donde los usuarios sean capaces de encontrarlos.
Catalogar y etiquetar usuarios permite ahorrar mucho tiempo y dinero, ya que el poder tener acceso a los datos que los lectores han cedido voluntariamente al formar parte de esa comunidad, la editorial ya conoce a qué público tiene que dirigirse la próxima vez que quiera promocionar un libro de una temática concreta.
Estos espacios comunes se crean fundamentalmente en Facebook gracias a que esta red permite una mayor interactuación con los lectores, se generan contenidos con cierto valor y el usuario puede participar de forma activa en la toma de decisiones de la empresa, por ejemplo, eligiendo la portada del próximo libro de un escritor u obteniendo premios relacionados con la literatura.
En las redes sociales, en palabras de Carlos Yter, no importa tanto sumar seguidores como trabajar junto a un grupo de personas comprometidas que finalmente serán las que ayuden a la editorial a propagar la información. Arantxa añade que el editor tiene que saber interactuar con los lectores de forma sutil, aprender a captar sus mensajes y en ningún caso dirigirlos.
Iría Álvarez, responsable de desarrollo digital de Prisa Ediciones/Santillana aseguró que para su editorial el lector es el centro del negocio. Y el lector cada vez piensa más en clave digital. Prueba de ello es el llamado “efecto Kindle”: las personas que compran este dispositivo también empiezan a consumir más libros, y no sólo digitales, también físicos. Aunque los datos del último trimestre hablan de un retroceso en el consumo de contenidos digitales legales, mientras que la venta de dispositivos se mantiene estable.
Los problemas a los que se enfrenta ahora mismo la industria, además del de la piratería, son el showrooming (acudir a la tienda física a mirar pero comprar online), una creación y distribución de contenidos sin participación del editor, la reducción de precios, un detrimento de la cadena de valor, mayor concentración de ventas en jugadores dominantes y sobre todo una mayor competencia, tanto de productos literarios como de entretenimiento, que impide el poder hacer visibles nuestros libros.
En cuanto a los beneficios de Internet, el más importante es que se eliminan los problemas que acarrea la distribución, tanto logísticos como económicos y sobre todo lo que los otros ponentes señalaban, la creación de comunidades que arrojen datos de los hábitos de los lectores.
Pero además, a la hora de editar, el libro online ofrece muchas novedades. No sólo la inmediatez, sino también la posibilidad de utilizar el libro electrónico como un ensayo para comprobar la aceptación que recibe y decidir su posterior publicación en papel, como ocurrió con “50 Sombras de Grey” o una bloguera de cocina a la que se le propuso crear una obra a partir de lo que ya había creado. Además, se le dio la oportunidad al lector de añadir contenidos y sentirse parte importante en la confección del producto.
Finalmente, Arantxa recordó que, en orden de importancia para el editor, la primera red social sería Facebook, la más usada y en la que se puede crear comunidad, la segunda Twitter, un trampolín para lanzar contenidos, después Pinterest, más lúdica y que permite salirse del guion, la cuarta Google+, en la que están desarrollándose chats en directo con los autores y, por último, Youtube, que Iría considera que jugará un papel muy importante en el futuro ya que el vídeo es uno de los formatos que más vinculación genera.
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