Spencer Kelly, de la cadena BBC, hizo un alto en su visita a la feria tecnológica Ceatec en Tokio para comer en un restaurante típico japonés y ha querido mostrar en un vídeo su curioso funcionamiento.
El revolucionario concepto de restaurante que propone Japón consiste en suprimir el servicio que presta el camarero y que el cliente se coma (y casi se guise) los platos que quiera consumir. La cadena Kura es una de las empresas que más ha apostado por este tipo de establecimientos que garantizan un servicio rápido y más a la carta que nunca.
El restaurante cuenta con dos cintas transportadoras. Una en la que van pasando varios platos para que el cliente elija los que prefiera y otra de alta velocidad sobre la que viaja el pedido que el consumidor ha seleccionado previamente a través de una tableta situada en su mesa.
La rapidez con la que llega el plato a la mesa del cliente tiene como origen un sistema algorítmico instalado en el restaurante. Gracias a él, el personal de la cocina puede conocer cuántas personas se encuentran en el local, averiguar qué tipos de sushi tienen más probabilidades de ser demandados y tenerlos preparados en el momento de ser elegidos.
Por otra parte, los platos que circulan por la cinta normal llevan instalados unos sensores que son capaces de calcular el tiempo que ha estado dando vueltas un producto. Si sobrepasa el límite, un brazo robótico lo retira al instante.
Los únicos servicios gestionados por los humanos son la cocina y la caja, en la que el cliente pagará a la salida. Pero la cuenta ya viene calculada por otra máquina. Mientras que hasta ahora en los restaurantes de sushi tradicionales contaban el número de platos que había en una mesa para confeccionar la factura, en los locales de esta nueva generación los platos se echan en unas ranuras, llegan a la cocina y, tras ser lavados, se registra el precio de lo consumido.
Por último, aunque el tiempo de espera para comer sea prácticamente nulo, al cliente se le brinda la posibilidad de jugar con la tableta. Cada cinco platos consumidos, se despliega un juego que permite ganar un pequeño premio que sale inmediatamente de un agujero cercano a la mesa. Nunca el concepto de “fast food” cobró tanto sentido como hasta ahora.