WeChat es un fenómeno social en China. La aplicación gratuita, lanzada por Tencent, ya es usada por 260 millones de personas en el país asiático. Pero WeChat no sólo ha revolucionado la forma de comunicarse, sino también de rentabilizar una app gratuita.
Tencent quiere seguir ofreciendo a los usuarios su producto estrella sin coste alguno, a pesar de que ha recibido presiones por parte del organismo que supervisa las telecomunicaciones en China para que pase a ser de pago. Como informa “La Tribune”, la gran cantidad de ancho de banda que necesita usar la aplicación ha provocado esta advertencia. La solución que ha planteado la empresa es la de ofrecer una opción “freemium” con contenidos especiales, como juegos, para los usuarios que quieran mejorar su experiencia.
WeChat aúna funciones de mensajería, voz y vídeo con su red social “Momentos” y un original chat. Los usuarios consideran que la aplicación ofrece todo lo que necesitan gratuitamente y esto ha provocado recelos en compañías de la competencia como Whatsapp, pero también en redes sociales como Weibo y Twitter o las tiendas online Amazon y Ebay, publica “Financial Times”.
El modelo que ha puesto sobre la mesa la aplicación china empieza a ser un referente para todas estas empresas. Funcionalidades comunicativas como la opción de voz han sido copiadas por China Telecom, que acaba de lanzar su propio servicio de mensajería gratuito, Yixin.
Pero si WeChat está siendo objeto de análisis por parte de sus competidoras es por su capacidad de atraer a los anunciantes. La aplicación china permite que las empresas activen sus propias cuentas. Los usuarios pueden seguirlas para conocer las últimas noticias publicadas, como si de una red social se tratara, y comunicarse con ellas, fomentando así la interacción entre el cliente y la empresa, de manera directa y efectiva.
Un buen ejemplo de las posibilidades que ofrece WeChat es la sencilla campaña lanzada por la cadena Starbucks. A través de la app, la compañía preguntó a sus seguidores: “¿Cómo te sientes hoy?”. Cada usuario respondió con un emoticono y Starbucks contestaba a sus mensajes con una canción que coincidía con su estado de ánimo. Gracias a esta iniciativa, la compañía agregó 270.000 amigos en un mes.
La clave de este tipo de publicidad es que no se basa en la creación de un eslogan publicitario con el que bombardear a los consumidores, sino que tratan de promover un trato personalizado con el cliente. Mediante concursos o incentivos, el consumidor puede optar a premios que sin duda harán aumentar el número de seguidores y, por tanto, de futuros compradores. O, como el caso de Durex, contestar a todas las dudas que la tímida sociedad china no se atreva a plantear en público sobre el uso de su producto y a cualquier hora del día.
La aplicación WeChat se ha convertido en la plataforma ideal para la publicidad digital. Pero China quiere dar un paso más y plantar cara a los gigantes occidentales del comercio electrónico. Gracias a una reciente actualización, las empresas pueden personalizar sus menús integrando funciones específicas para que los usuarios puedan adquirir todo tipo de bienes, tanto en Internet como en una tienda física.
WeChat ya está causando estragos entre las empresas chinas. Si el sistema de microblogging Weibo empieza a perder audiencia, la empresa de e-commerce Alibaba, propietaria del 18% de Weibo, intenta frenar la expansión de su competidora desalentando su uso.
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