José Manuel Soria, ministro de Industria, Turismo y Energía, ha declarado su firme intención de acelerar la publicación del proyecto de la nueva Ley General de Telecomunicaciones, lo que parece indicar que irá en el Consejo de Ministros del próximo viernes. En ella se pondrán todos los mimbres para acelerar la extensión de las redes de fibra óptica y de las redes móviles 4G con tecnología LTE por toda la geografía española.
La nueva regulación simplificará, en palabras del ministro, “las legislaciones y licencias administrativas para la instalación de antenas y estaciones base” en las redes móviles, algo que los operadores pedían desde tiempo inmemorial. La eliminación de barreras administrativas será fundamental para crear un marco regulatorio estable que “fomentará la inversión”.
No menos importante será la apertura de las canalizaciones de otras infraestructuras para la instalación de las redes de telecomunicaciones. Soria ha indicado que la nueva normativa facilitará el acceso de los operadores a las infraestructuras de los operadores de electricidad, gas, agua, saneamiento o transporte, sea a través del suelo, el subsuelo o las fachadas.
La “simplificación de los aspectos tributarios, con un régimen fiscal simplificado” será otro aspecto fundamental recogido por la regulación en ciernes. Soria quiere quitar poderes a las administraciones locales, que tanto han ralentizado la instalación de nuevas redes, y ha prometido que cualquier nuevo impuesto deberá ser objeto de un informe de su departamento.
Soria se ha arremangado para hablar de Europa. “La Comisión Europeaestá dando pasos en la buena dirección para eliminar fronteras que se extienden demasiado en el tiempo”, ha dicho para apoyar el trabajo de la comisaria Neelie Kroes en favor de la actual fragmentación del mercado. Europa necesita un mercado único para competir con el estadounidense y, en breve, con el chino. La unión hará empresas más fuertes y abaratará los precios de los servicios.
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