Si contemplamos la futura posibilidad de llevar con nosotros Google Glass a la hora de viajar, gracias a las integraciones de la tecnología de realidad aumentada el turismo cultural cambiaría por completo. Además, el transporte en coche dejaría de necesitar mapas y GPS.
Otro cambio significativo se daría a la hora de volar. Gracias a las integraciones de Google Flights podríamos conocer los retrasos de los vuelos, encontrar más rápidamente la puerta de embarque, la cinta de recogida de equipaje, el tiempo atmosférico de nuestro destino y la tarifa de los taxis desde el aeropuerto hasta nuestro hotel.
A la hora de realizar reservas, gracias a Google Maps y Google Hotel Finder podríamos consultar los establecimientos más cercanos, comparando precios y reservando de manera inmediata. Para ello las cadenas hoteleras deberán facilitar la información al detalle, empleando todas las tecnologías a su alcance para poder cambiar ofertas de manera más rápida para adelantarse a la competencia.
Dispondríamos también de la integración de Google Ofertas para poder recibir promociones sobre los productos que nos interesan. Además Google+ permitirá obtener recomendaciones de nuestros contactos. Para todos los ámbitos turísticos nos será de gran utilidad Google Translator, integración gracias a la cual nos relacionaríamos empleando el idioma local.
Las fotos podrían ser compartidas a tiempo real y los viajes podrían improvisarse en el último momento con Google Now, que muestra acontecimientos recientes que suceden a nuestro alrededor.
Con todas estas innovaciones nos encontramos frente a un cambio de paradigma, una revolución que afectará a todos los consumidores y empresas de servicios que deberán ponerse manos a la obra para no hundirse en el nuevo escenario turístico. Un ejemplo de ello es la empresa sudafricana Tourism Radio, que ya ha empezado a desarrollar algunas aplicaciones que sacan a la luz las posibilidades que ofrecerá el sector en un futuro no muy lejano.