Sus creadores aseguraron que estos equipos funcionan con una corriente entre 3,3 y 5 voltios, por lo que la celda solar no es muy grande. Este cargador incluye un regulador para mantener siempre un voltaje adecuado evitando daños en el dispositivo móvil.
Los propios estudiantes, Víctor Rodrigo Barrientos Sotelo, Zael Javidee López Valle, Dulce Lara García, Jessica Aiko Manrique Flores, Ángel Benjamín Oviedo Suárez, Iliana Gisell Marrufo Fuentes y Magali Velasco Soriano, sostienen que su primer prototipo puede mejorarse, realizando arreglos de las celdas para poder añadir aparatos que consumen mayor voltaje, como ordenadores. Añadieron que no lo descartan como base para desarrollar otros trabajos que impulsen fuentes alternativas de energía.
Hasta 2012, México poseía una capacidad para generar energía eléctrica de 63.195 voltios, de los cuales 14.501 provenían de fuentes renovables de energía, lo que supone un 23% del total de la capacidad. La fuente de energía alternativa más utilizada era la geotérmica. Por ello los estudiantes del IPN se preocuparon tanto por crear un dispositivo capaz de emplear energías alternativas.