Axel Springer acaba de cerrar una importante operación de venta que le permitirá afrontar el futuro en clave digital. El grupo alemán ha decidido dar un paso más en la transición a lo digital y deshacerse de diarios y revistas impresas.
Funke Mediengruppe, editor que publica gran cantidad de periódicos regionales y locales, además de revistas, ha desembolsado 920 millones por dos periódicos y siete revistas más sus páginas web para consolidarse como gran grupo en Alemania. Estas cabeceras reportaron a Axel Springer en 2012 ingresos por valor de 512’4 millones de euros.
Los diarios regionales “Berliner Morgenpost” y Hamburger Abendblatt” y las revistas femeninas “Bild der Frau” y “Frau von Heute” y de programación televisiva “Hörzu”, “TV Digital”, “Funk Uhr”, “Bildwoche” y “TV Neu” pasarán a manos de Funke a partir del próximo 1 de enero.
Este sorprendente acuerdo, que además incluye la creación de dos empresas conjuntas para la comercialización y distribución de los servicios de medios digitales de impresión y nacionales, beneficia a ambas partes y pone de manifiesto cuáles son las estrategias de futuro de cada grupo. Para Axel Springer es fundamental centrarse en una digitalización rigurosa para convertirse en el primer grupo de comunicación digital de Europa, además de seguir potenciando sus marcas mundiales impresas más fuertes, el Grupo Bild y el “Die Welt”. En el caso de Funke, consolidarse como una empresa líder en medios de comunicación regionales y revistas, sin renunciar a sus versiones en Internet.
Según el diario “Le Monde”, Axel Springer será renombrado a partir de 2014 y conocido sólo como “Springer”. Un cambio que se enmarca en el inicio de una nueva etapa para el grupo. Aunque Döpfner, CEO de Axel Springer, reconoce que la decisión de vender estas cabeceras no ha sido fácil, considera que el acuerdo es bueno para ambos grupos.
Pero algunos sectores no ven con buenos ojos esta operación. Varios expertos han declarado que este acuerdo es una clara señal por parte de Axel Springer de dirigir su capital hacia una actividad más lucrativa que la de la prensa escrita, alejándose así del que hasta ahora ha sido su negocio original y su seña de identidad. Por su parte, la Asociación Alemana de Periodistas también se muestra contraria a esta venta porque considera que implicará una pérdida de empleos.