News Corporation, la compañía de Rupert Murdoch, se presenta como el mayor editor de Estados Unidos, con 8.000 millones anuales de facturación. De esos ingresos, 2.000 millones van dirigidos a realizar inversiones y adquirir títulos. El pasado año la empresa adquirió una quinta parte de Time Inc., que incluía varias cabeceras de revistas.
Según Bloomerg, News Corp tiene más dinero a su disposición que cualquiera de sus competidores de prensa impresa. Karen Klapper, analista de CreditSights, afirmó que es una empresa con mucho poder adquisitivo y que las múltiples fusiones son su manera de crecer en estos tiempos.
Peter Liguori, CEO de “Tribune”, sostuvo el pasado mayo que los propios empleados de la compañía están muy interesados en el proceso, lo que también sucede en “Los Angeles Times” y “Baltimore Sun”. Además de contar con el entusiasmo de sus trabajadores, la empresa cuenta con donantes multimillonarios como Charles y David Koch, Berkshire Hathaway, Wrapports y Freedom Communications.
Los spin-off que ofrece, además de la venta tradicional de periódicos, aporta a “Tribune” tiempo y flexibilidad para comprar más títulos. La compañía salió de la bancarrota el pasado año y contrató asesores para evaluar el interés de los consumidores.
El analista Edward Atorino afirma que hay grandes periódicos en los principales mercados que han conseguido sobrevivir durante muchas décadas. Aún así, el crecimiento de los lectores on-line supone una importante franquicia para el periodismo, capaz de otorgar beneficios extra pero nunca de sostener las compañías.
Una industria madura
Un reciente artículo del periodista estadounidense Rem Rieder afirma que los periódicos no están muertos. Sostiene que las agencias de noticias están poniendo en marcha un nuevo modelo de negocio que hacen de los periódicos una industria madura y al mismo tiempo emergente.
Los ingresos de los periódicos están aumentando porque están cobrando por contenidos en línea, por el comercio electrónico y por celebraciones de eventos especiales que reconocen organizaciones benéficas. Han evitado en parte el impacto negativo de internet, aunque son claras las pérdidas de publicidad, ya que la prensa se diseñó para una publicidad institucional masiva. Hoy en día los periódicos están produciendo sus propias revistas para cosechar nuevos beneficios.
Aunque muchos piensen lo contrario, no son las plataformas web las que mantienen a la industria de la prensa. Solo un 48% de Estados Unidos tiene acceso a alta velocidad de internet en sus hogares. Además, solo un 31% de la población del país dispone de un iPad, cuya popularidad está disminuyendo por el descenso de lectores de libros, revistas y periódicos en línea. A causa de esa caída, las acciones de Apple se han reducido un 25%
La falta de disponibilidad de acceso a alta velocidad de internet para un gran segmento de la población, los decepcionantes resultados de publicidad y los esfuerzos de los medios tradiciones por adaptarse a la sociedad digital han dado a las publicaciones impresas nueva vida como un sector “emergente”.
Por este nuevo calificativo están surgiendo continuas publicaciones locales y floreciendo nuevas revistas. Todos ellos tienen una responsabilidad más allá del entretenimiento, deben rendir cuentas a sus lectores cuidando los intereses de los ciudadanos, como lo llevan haciendo cientos de años.
Como asegura Rieder, internet no ha matado a los periódicos impresos, pero la visión ha cambiado hacia un nuevo modelo de expansión y supervivencia.