Las cuatro operadoras principales de Europa, Telefónica (España), Telecom (Italia), Orange (Francia) y Deutsche (Alemania), muestran conjuntamente una capitalización bursátil inferior a la de la estadounidense Google.
Como señala “Le Monde” Stéphane Richard, jefe de Orange, y René Obermann, CEO de Deutsche, aseguran que la culpa de este debacle corresponde a la regulación europea. Por ello demandan reducir la influencia de los reguladores nacionales a favor de una regulación común, simplificando la normativa.
Kroes desea la desaparición de las tarifas de roaming, para las llamadas al extranjero, iniciativa que presentará en septiembre como un “paquete de telecomunicaciones”.
A pesar del deterioro de su situación, los márgenes de las operadoras se encuentran todavía en un promedio del 30%. Pero como sostiene M. Obermann, echando la vista atrás en su industria, los márgenes no son tan favorables como en el pasado.
Otro motivo de preocupación es la fragmentación del mercado, al que han llegado un gran número de competidores; 150 nuevos actores han penetrado en Europa, mientras que EE.UU solo cuenta con cuatro principales.
Obermann defiende que “tres operadores, especialmente en países pequeños, son más que suficiente ya que el mercado no es infinitamente ampliable”. Por esa razón arremete contra la creación de “EADS Telecom”, anunciada hace un año por Arnaud Montebourg.
Richard apoya la idea de una regulación común, ya que los operadores tienen ofertas conjuntas sobre nuevos espectros de frecuencia como la actual 4G.
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