Años atrás quien no tuviera un perfil en Facebook directamente no existía. Twitter le siguió los pasos, y hoy, ¿quién no tiene una cuenta en la red social de los 140 caracteres? LinkedIn se posicionó como el perfecto networking. Pero aún el círculo no estaba cerrado. Surgieron las app y claro, ¡todas las empresas a crear una de esta maravillosa herramienta!
¿El resultado? Forrester Research le pone números al fenómeno. Según la empresa, en los últimos cuatro años se descargaron un promedio de 40 millones de aplicaciones para dispositivos móviles en todo el mundo.
La contracara la dejó al descubierto otro estudio, esta vez realizado por la consultora Adeven: hasta finales de 2012, en la APP Store de Apple podían encontrarse 400 mil aplicaciones para iOS en estado zombie. O, para ser más precisos: los usuarios no se enteraron de su existencia.
Rebeca García, directora comercial de GeneXus Internacional México , tiene varias recomendaciones que hacerle si desea que su app tenga éxito. En primer lugar, identifique su público objetivo. Investigar qué es lo que les gusta, cuáles son sus hábitos y costumbres, y con esa información elaborar una app atractiva y útil.
Rebeca sostiene que el diseño es importante. Si al usuario el diseño de una app no le resulta atractivo o interesante, seguramente no la descargará. La clave está en la elaboración del icono. Todo un arte.
El contenido debe ser funcional y siempre deberá estar actualizado. Si una persona descargó una app porque la vio atractiva, a los pocos minutos la abandonará si ve que su contenido es muy pobre.
También Rebeca aconseja utilizar el Mobile Marketing para mostrar al mundo la aplicación. En este punto, y según su público objetivo, se puede utilizar las redes sociales, videos virales, envío de códigos promocionales, etc.
Por último, la app debe estar pensada para generar negocio. Rebeca sostiene que no solo hay que limitarse a cobrar una cantidad de dinero por cada descarga de la app; también hay que buscar alianzas estratégicas para lograr una mayor llegada al público objetivo.
No diga que no le avisamos.