La fuga de datos se refiere a la transferencia no deseada de informaciones de las editoriales a terceros, producidas por el empleo de las cookie asociadas a la publicidad. Se trata de un problema que no hace más que crecer en el nuevo escenario online. Las agencias, así como sus anunciantes, pueden colocar estos recolectores de datos junto a los anuncios, que recopilan información aún cuando el usuario no se mete en los enlaces publicitarios.
WAN-IFRA ha puesto en marcha una iniciativa para prevenir está colección no autorizada de datos. Un modelo de su servicio se puede descargar actualmente y la versión actualizada se lanzará al público en la editorial Expo Mundial, que se celebrará el próximo octubre el Berlín.
Stig Nordvist, director ejecutivo de plataformas digitales emergentes y desarrollo de negocios de WAN-IFRA, señaló la importancia de la transparencia sobre la recopilación y empleo de datos. Añadió que “si nosotros no controlamos la fuga de datos, no podemos asegurar que la información privada se emplee de la manera que los usuarios, agencias y anunciantes han aceptado”
El mayor problema, como señala el artículo del blog de WAN-IFRA, se da cuando los anunciantes colocan una cookie en los ordenadores de los usuarios a través de uno de sus anuncios en una web sin informar al editor encargado de recoger los datos de esos consumidores. Por ello esta nueva iniciativa se ha planteado el objetivo de salvaguardar la confianza de usuarios y anunciantes, informándoles y enseñándoles el modo de recoger y emplear datos.
El actual modo de prueba establece que no se permite a terceros obtener los datos relativos a los usuarios de la editorial con fines publicitarios, sin el consentimiento previo por escrito de la propia editorial. Tampoco se les deja clasificar ni segmentar a los usuarios para fines comerciales empleando cookies u otros medios de seguimiento. De este modo, impide que personas no autorizadas recojan informaciones sobre los consumidores.