A finales del año pasado se produjo un aumento de competitividad por conseguir un alto ranking en los buscadores SEO (Search Engine Optimization), es decir, calibrar con precisión un gran número de visitantes a las webs. Google fue el encargado de iniciar esta revolución, defendiendo que era una medida cuantitativa. A medida que el uso de las webs se ha convertido en un proceso más social y cualitativo, Google+ se encargó de realizar la modelización.
Los periodistas son capaces de crear sus propios portales, por lo que deben emplear el Author Rank para garantizar su presencia y la progresión de sus aportaciones en la web. Este modelo, gracias al cual los propios profesionales son los que consiguen ir ganando notoriedad y autoridad en una o más áreas definidas, aumenta sus calificaciones como escritores. Además de ello permite que también aumente el rango SEO de los blogs y las tiendas virtuales para las que trabajan, como señala la “Agencia CVS”. Alexandre Chombeau, director general de la agencia, afirma que “La gente quiere leer libros escritos por autores creíbles y expertos en el tema, razón por la que Google debe incorporar el algoritmo Author Rank”
Con este sistema los periodistas se centran en mejorar su e-reputación, empleando el criterio 2.0 para desarrollar su presencia en las redes sociales y mejorar su ranking en Google+. Así los periodistas web han de trabajar para mejorar su credibilidad de Author Rank, es decir, su capacidad para ser visto como un autor fiable. Como sostiene un artículo de “CultureRP”, para ganarse esta reputación virtual los profesionales deben insistir en dos puntos esenciales: la capacidad y profundidad de trabajo y su afiliación a redes sociales, de las cuales pueden rescatar información para publicar periódicamente sus trabajos. Pero sobre todo deben tener especial cuidado con las publicaciones, ya que los buscadores incorporan un software que detecta los plagios, los cuales reducen el Author Rank.