Me preguntaba entonces hasta qué punto son extrapolables estos estudios científicos sobre el estado mental alerta a nuestra vida cotidiana y encontraba una relación directa con ciertos principios de la inteligencia emocional. Agrego hoy: ¿y puede ser aplicada en la actividad de los líderes políticos?
Cuando para el EMA se hace referencia a “creación de nuevas categorías”, se refiere a ser flexibles sobre el tratamiento a dar a los temas ya conocidos, para poder incorporar aquellos que son nuevos y merecen ser estudiados y debatidos.
Cuando se habla de la “apertura respecto a la información nueva”, tenemos que considerar y valorar todas las opciones posibles gracias a contar con toda la información disponible y de la que se pueda disponer (buscar, crear, etc.).
En cuanto a la “conciencia de la existencia de más de una perspectiva”, se incorpora el pensamiento creativo que ayuda a enfocar el problema desde otros ángulos posibles. No existe una sola solución, sino que hay que buscar la que mejor se adecue de una serie de alternativas posibles.
Veamos cómo encaja según mi opinión, el presidente Rajoy en la categorización de la Dra. Langer y en el vínculo que hago entre EMA e inteligencia emocional.
Para la 1º “creación de nuevas categorías” a Rajoy se le ve una persona abierta a incorporar rápidamente todas las cuestiones que él cree deben ser introducidas en la sociedad para provocar los cambios que ésta necesita. Se aprecia cierta flexibilidad en esta actitud, aunque aflora siempre en el Sr. Rajoy una tendencia a aplicar modelos que en la situación actual de España no ha habido más remedio que aplicar –caso de la austeridad- pero que hubieran exigido del presidente una posición más firme a la hora de las negociaciones con la UE y más en concreto, con la Sra. Merkel.
Incluso la actitud del Sr. Rajoy debería de haber sido más abierta en cuanto a la discusión de algunos de los nuevos temas (nuevas categorías/o sea reformas) con otros líderes políticos, debatirlos más en profundidad y adaptarlos mejor a la realidad económica y social española, sumida en una profunda recesión con más de 6 millones de parados.
En este punto entonces, hubiera tenido mucho menos contestación social si la ciudadanía hubiera percibido otra actitud.
Para 2º “apertura respecto a la información nueva”, la complejidad de la crisis actual hace del todo imposible que un solo equipo de gobierno pueda abordar con precisión todos y cada uno de los asuntos que le “van estallando en las manos” (y si no basta ver los líderes europeos de Bruselas). Por tanto, creo que el presidente Rajoy es un hombre que seguramente está valorando la mayor cantidad de información disponible (menos no se puede pedir a un gobierno español) pero la limitación de una postura “ideológica” o de ciertos posicionamientos de partido, por ser respetuosos y no decir de “pensamiento único” (nunca aconsejable) le está afectando las bases de su actuación.
Para 3º “conciencia de la existencia de más de una perspectiva” estoy persuadido de que a pesar de la amplísima trayectoria política del presidente Rajoy, que garantiza a un político que conoce perfectamente cómo moverse en los pasillos del poder, no creo que la tensa situación y crispación política y especialmente en lo social, le permitan analizar con sosiego el entorno y las circunstancias (tener una percepción real de las cosas) para poder focalizar los problemas desde otros ángulos posibles.
En el pensamiento creativo no hay una solución, sino varias alternativas posibles. Y en este 3º punto creo que el presidente Rajoy está fallando y debería preocuparse más por abrir el abanico de posibilidades, incluso en los temas más graves como los desahucios, de manera tal de recuperar y afianzar su liderazgo.
Creo que el presidente Rajoy debería reflexionar –espero que su equipo le pase este artículo- sobre estos puntos, que no son inalcanzables, sino que están a la altura de cualquier persona –no solamente político- que desee mejorar sus relaciones interpersonales, que en el caso de un presidente de gobierno, son una exigencia imprescindible para que la ciudadanía confíe en sus acciones y se convenza de que debe apoyarlas.
Nunca el ciudadano apoya lo que no entiende, o cuando sí lo entiende, cree que le perjudica.
Si (
No(
