Las revistas culturales divulgativas también han encontrado su lugar en Internet. La web es una manera de llegar a muchas más personas que aman la cultura, no importando su edad ni condición, como argumenta “Hypérbole” en su presentación.
Esta revista nace por un deseo de la periodista Conchi Sánchez y Ramón González, médico de familia y sexólogo, de “hacer la revista que nos gustaría leer, sin demasiadas concesiones”. Teniendo claro este principio de ofrecer al lector simplemente lo que a los que confeccionan la revista les gusta, sólo queda disfrutar y dejarse llevar por contenidos interesantes.
Tras este punto de partida, otra clave para los directores de “Hypérbole” era ofrecer unos contenidos de calidad con una conexión entre ellos, y con la actualidad, aunque vista con cierta distancia, como hilo conductor. La cultura es fundamental para vivir el presente con mayor lucidez.
Como argumentó Ramón González en las jornadas organizadas por “La Encuadre”, las informaciones están muy dispersas en la red. “En Internet se encuentra todo, pero está muy perdido”. Para Ramón, a la gente le cuesta buscar cualquier tema que esté fuera del ámbito de su profesión. Siendo conscientes de este problema, desde “Hypérbole” intentan aunar temas y seleccionar algunos de los más interesantes para facilitar el trabajo a los internautas.
Aunque estos contenidos causan placer en el lector, que sean estimulantes no significa que tengan que ser entretenidos. En “Hypérbole” no buscan el entretenimiento, sino que los lectores conecten con el conocimiento, con textos bien escritos, cosmopolitas y con una estética y estilo reconocibles. No está dirigida a un público culto, pero sí a gente que nunca se cansa de aprender y que disfruta haciéndolo.
De esta forma, encontraron un hueco en el mercado digital, que puede llegar a suponer una posibilidad de negocio a medio plazo. Un año después de su fundación, las puertas están abiertas para lograrlo. Por ejemplo, se han planteado un posible crowdfunding para financiar algún número especial que salga en papel.
Lo que Ramón no tiene tan claro es que en España triunfe el pago por acceder a contenidos digitales, aunque en otros países sí está dando resultados satisfactorios en muchos casos. El problema, además de convencer al lector, es el de cómo hacer rentables los contenidos y dotarlos de calidad suficiente como para que el público los dé un valor y pague por ellos.
Como dice la cofundadora de “Hypérbole”, Conchi Sánchez, “es el contenido lo que construye el medio, no el soporte”. Por eso, Ramón asegura que las revistas culturales en papel no desaparecerán si son de calidad. Lo que es fundamental es ofrecer contenidos diferentes en papel y en la web, porque si ofreces las mismas informaciones en la versión digital de forma gratuita, no tiene mucho sentido comprar la edición en papel. Ambas tienen que complementarse.
Por el momento, “Hypérbole” quiere crear un club agradable y equilibrado de lectores, disfrutar de esta aventura y persistir en el tiempo. Divulgar contenidos científicos, culturales y humanistas, ser escaparate de una pequeña biblioteca en una sola web, con pocos textos, pero salvables, que con el tiempo generen una red. Pero no están interesados en crearla a través de las redes sociales. Su pretensión no es tener muchos seguidores en Twitter o Facebook, al contrario que la mayoría de medios digitales.