El pago móvil con el estándar universal NFC será realidad en España con el acuerdo entre los operadores de telecomunicaciones, los bancos y los vendedores. Es algo difícil de lograr porque ninguno quiere renunciar a su margen, complicado en el caso de micropagos como es la barra del pan, el café o el taxi. El cambio de los TPV (lectores de cobro de los comercios) y de los smartphones por otros NFC será rápido. Mientras tanto, bancos como La Caixa y BBVA están implantando cajeros y TPV con tecnología NFC contact less (pago sin contacto) que, de momento, solo funcionan con tarjetas contact less de las entidades bancarias, y con los móviles NFC de extranjeros de países en los que operadores y bancos han solventando el problema de las comisiones.
Taxitronic, Samsung y Vodafone han lanzado la solución Smart TD para que los taxistas gestionen su vehículo y la conexión con la central desde su tableta o smartphone. “El servicio de pago con móvil NFC no está disponible”, aclaran, pero el sistema sí está preparado para cuando los bancos y los operadores lo logren.
La ventaja para el usuario que utilice un taxi con Smart TD es que dispondrá de una red WiFi para conectar sus terminales mientras dura la carrera.
La ventaja para los taxistas es que podrán instalar un terminal de Taxitronic que cuesta 1.000 euros que hace las mismas funciones que el anterior modelo del mismo fabricante que costaba 2.000 euros. El interés del fabricante, que tiene las dos terceras partes del mercado español, por rebajar la factura del taxista en estos tiempos es loable. Para lograrlo, el taxista debe tener un smartphone o una tableta de Samsung Galaxy y una SIM de acceso a Internet de Vodafone. En los terminales se descarga la aplicación Smart TD para Android con la que se gestiona una flota de vehículos, servicios de desplazamiento y navegación mediante GPS. La plataforma suma, además, un traductor de idiomas, contenidos de ocio para las paradas y otras aplicaciones específicas para taxistas. En el taxi deberá haber un taxímetro con módulo luminoso del fabricante. La pregunta es si el sistema quedará obsoleto antes de que el pago móvil sea una realidad en España. Operadores y fabricantes dicen, cada año, que este será el definitivo.